Continúa la búsqueda de Natalia Sánchez Uribe, la joven de 22 años desaparecida desde el pasado miércoles 1 de mayo en París, Francia, donde estaba de Erasmus. La estudiante estaba a punto de acabar un curso en la universidad de La Soborna y desapareció cuando se estaba mudando de casa para trasladarse al piso de una amiga española. Llegó a recoger dos maletas y después le dijo a esta última que se marchaba a recuperar una tercera y que volvería más tarde para estudiar. Sin embargo, nunca regresó.
Este martes las autoridades han encontrado la mochila, el teléfono móvil y el ordenador de la estudiante. Aparecieron en un parque próximo a su universidad en la capital francesa, a la que ya se han desplazado los padres de la estudiante, quienes residen en Mallorca.
Las autoridades francesas cuentan con el ADN de la joven, enviado a través de la Guardia Civil, e intensifican la búsqueda.
Los investigadores han registrado ya la vivienda en la que había estado residiendo, –en el distrito 14 de París–, y donde pronto se le acababa el contrato. Han sido más de dos horas de inspección, y en ella ha estado presente también el dueño de la vivienda, de nacionalidad italiana. Él quedó con ella el 2 de mayo para la entrega de llaves, pero la joven no se presentó.
Natalia, nacida en Granada, se sentía perseguida y observada. Se lo advirtió a familiares y amigos el último mes. También a través de las redes sociales había dejado distintos mensajes inquietantes.
“Cuando tu salud mental es mala, date un respiro. No te sientas culpable por cosas que no puedes hacer. No te sientas mal por comer mal, acerca de no hacer tanto como normalmente harías. Eres un humano. Está bien luchar. Después mírate y mira tu mente. Es importante", compartía en una entrada en Facebook.
"La vida es más fácil cuando sacas a la gente negativa de ella", compartía el 28 de abril. Y un día antes, publicaba: “Deja que la gente te eche de menos. A veces te tienen por segura porque piensan que siempre estarás disponible. Añórame cuando me haya ido".
Natalia quería regresar a España. Apenas le quedaban dos semanas para volver a Barcelona, donde antes de irse de Erasmus estudiaba Economía en inglés en su Universidad Autónoma.