Un vídeo grabado con el teléfono móvil de la víctima, el fotógrafo José Luis Abad, se ha convertido en la principal prueba que incrimina al actor porno Nacho Vidal en la causa abierta por una jueza de Xàtiva para esclarecer su muerte.
Varias capturas de las imágenes figuran en el sumario y demostrarían la imprudencia que cometieron las tres personas que organizaron y dirigieron, presuntamente, un ritual con la inhalación de vapores de veneno de un ejemplar de sapo bufo alvarius.
Los hechos ocurrían el mes de julio del año pasado en la casa del actor. El equipo de Policía Judicial de Xàtiva ha precisado todos estos meses, casi un año, para probar los hechos y detener al actor y a sus supuestos cómplices.
Según fuentes judiciales, existe un vídeo del momento de la muerte del fotógrafo, pues él mismo insistió en ser grabado mientras tomaba el veneno del sapo para tener luego constancia del trance. Como consumidor de la sustancia, el propio Vidal era conocedor de sus efectos, que podían alargarse durante 20 minutos.
De hecho, la defensa de Nacho Vidal solicitará una prueba toxicológica de un experto en este tipo de drogas, precisamente para demostrar que es difícil que esta sustancia provoque una muerte por sobredosis. Es más, se estudia pedir incluso un informe sobre las posibles patologías previas del fotógrafo fallecido.
Esto explicaría, según las fuentes judiciales, que Nacho Vidal y sus amigos tardasen en llamar a una ambulancia. A pesar de que estuvo durante largo rato agonizando, no fue hasta el momento en el que se percataron de que José Luis Abad no respiraba cuando decidieron pedir ayuda.
Vidal llega a confesar en el vídeo de YouTube que con el sapo sintió que tenía el "Santo Grial". "Quería que todo el mundo lo viera, que todo el mundo abriera los ojos", señala. "He estado toda mi vida con los ojos cerrados y de repente me he fumado un sapo y he dicho: ¡Hostia, esto me he estado perdiendo durante 42 años de mi vida!". Defiende su uso porque «quita las adicciones, ni coca, ni alcohol, ni pastillas para dormir, ni café, ni Coca-Cola, ni azúcar, ni sal".
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Xàtiva decretó para los tres detenidos la libertad provisional, a pesar de que ya habían declarado como testigos cuando sucedieron los hechos.