Un cura profesor de Religión ha sido condenado por un delito de lesiones leves al agarrar a un menor de 9 años del cuello para separarlo de una alumna con la que se estaba peleando. El sacerdote deberá pagar una multa de 90 euros y abonar 150 euros a los padres del menor, según ha determinado el Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo, que ha tenido en cuenta a la hora de dictar la pena la eximente incompleta de cumplimiento del deber.
Los hechos, denunciados ante la Policía Nacional por los progenitores, ocurrieron el pasado 21 de mayo, cuando los estudiantes de catequesis al cargo del ahora condenado estaban en el patio. Según la sentencia, el sacerdote se percató del altercado entre el menor de 9 años y otra estudiante de la misma edad, por lo que agarró del cuello al niño para evitar que continuase golpeando a su compañera. Luego se lo llevó a rastras hasta la secretaría, donde estuvo un rato hasta que regresó a clase de catequesis.
Como resultado, el estudiante requirió de asistencia por lesiones en la región cervical derecha y le quedaron las marcas de tres huellas de los dedos del sacerdote. La curación requirió cinco días, sin que tuviese secuelas.
“Las fotografías aportadas evidencian una clara desproporción en el agarre del menor para solucionar el conflicto”, subraya el juez, quien indica que esa desproporción “se advierte doble”, pues, por un lado, entiende que era posible actuar “de otro modo, como agarrarlo de la ropa o de un brazo, o de los hombros”. Y, por otro lado, el magistrado asegura que al dejar impresos sus dedos en el cuello “se deja a las claras que hubo una excesiva intensidad o fuerza en la comprensión (innecesaria en todo caso)”.
La resolución define como "loable" la intervención del profesor de religión para atajar el conflicto y recuerda, además, que era su obligación legal hacerlo. Su acción se tiene por congruente y oportuna —"tenía que intervenir de inmediato para evitar males mayores"—, pero lo condena porque considera la actuación como desproporcionada.