Obispos franceses, acompañados por una comitiva de fieles, recordaron este sábado a las víctimas de los abusos sexuales cometidos por el clero. Un acto de penitencia, de rodillas, que se celebró en el santuario de Lourdes, en el sur de Francia.
Una imagen que llega tras conocerse las conclusiones de la Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia, la llamada 'Ciase', con una desgarradora cifra: un total de 216.000 menores fueron víctimas de abusos por parte de sacerdotes y religiosos en Francia entre 1950 y 2020.
Tras salir a la luz este informe, el papa Francisco ha expresado su "vergüenza", llamando a los católicos franceses a asumir sus responsabilidades para que la Iglesia sea "una casa segura para todos".