El excapellán de una iglesia de Valladolid, acusado de abusos a una niña de 13 años dice que esta lo engatusó

  • El sacerdote de la iglesia de Las Angustias está acusado de mandar un vídeo a la menor en el que aparecía masturbándose

  • Le regaló un móvil a la niña para poder comunicarse con ella a través de WhatsApp

  • El Ministerio Fiscal ha elevado de tres a cuatro años de cárcel la petición de pena para un sacerdote, O.F.L

El sacerdote, O.F.L., de la iglesia de Las Angustias. en Valladolid, que está acusado de un delito de abuso sexual a una menor, de 13 años, ha declarado que esta lo engatusó para luego chantajearle. El excapellán le habría regalado un móvil a través del cual le mandó un vídeo en el que aparecía masturbándose.

El Ministerio Fiscal ha elevado de tres a cuatro años de cárcel la petición de pena para el religioso que está siendo juzgado este viernes en Valladolid. Las acusaciones contra O.F.L se centran en dos vídeos que envió a la menor, y mensajes de Whatsapp de contenido sexual.

El acusado solo ha accedido a responder a las preguntas de su abogado, asegurando que en los mensajes que intercambió con la niña de 13 años ella le “insinuaba cierta atracción” o intención de tener algún tipo de relación, aunque no llegó a concretarse , según su versión, porque nunca tuvo intención de mantener un encuentro físico con ella.

O.F.L ha reconocido que regaló a la menor un teléfono móvil, pero que los whatsapp que se intercambiaron fueron a través del terminal propiedad de la madre, y que usaba la niña.

Además, el acusado, ha explicado a su letrado que la menor fue la que le pidió que le mandara algún vídeo subido de tono en el que se le viera la cara, pero él no se percató de que ella y su familia lo que pretendían era obtener una prueba para luego chantajearle.

El hombre a través de whatsapp envió a la menor sendos vídeos grabados en su baño, uno el 28 de diciembre de 2019 en el que aparece en calzoncillos tocándose sus genitales, aunque sin mostrar la cara, y un segundo en enero de 2020 en el que sí se le identifica perfectamente y en cuyas imágenes se le ve cómo se quita lentamente la ropa y se queda en calzoncillos, para luego sacarse el pene y masturbarse.

Las explicaciones del sacerdote no han convencido a la fiscal jefe, que si en principio pedía tres años de cárcel, en el trámite de exposición definitiva de conclusiones ha sumado un año más, hasta un total de cuatro, al calificar los hechos como un delito de corrupción de menores en concurso con otro de abusos sexuales.