Una mujer ha sobrevivido a una presunta violación y una caída a un pozo de una mina abandonada en Norberg (Suecia). El atacante la arrojó después de la agresión sexual, pero la víctima no murió tras precipitarse a más 20 metros de profundidad. La Policía sueca ha detenido a un sospechoso.
Un excursionista y sus dos hijos escucharon los gritos de auxilio de la mujer el viernes. Inmediatamente, llamaron a los servicios de emergencia. Al llegar al fondo del pozo, de unos 24 metros de profundidad y nueve de ancho, encontraron a la víctima consciente. Presentaba fuertes dolores y heridas.
"Uno de nuestros bomberos hizo rápel y después vio que había una mujer tirada, herida de gravedad y con frío. Tuvo suerte, había un poco de nieve en el fondo que pudo amortiguar el golpe, pero aun así está a gran altura. Por lo general, no termina tan bien cuando caes desde tan alto", ha dicho el bombero Lars Johansson, uno de los primeros en llegar al sitio.
Los bomberos tardaron varias horas en sacarla, debido a las condiciones. "Fue un gran desafío, ya que el estrecho pozo de la mina era profundo y oscuro", han explicado desde el Centro de Rescate Naval y Aéreo de la Administración Marítima de Suecia. Tras conseguirlo, un helicóptero medicalizado trasportó a la mujer al hospital de Falun, situado a 80 kilómetros del lugar. Actualmente, está recuperándose de las heridas sufridas.
El pozo es de una antigua mina de hierro situada en un claro del bosque. La compañía abandonó el enclave hace 74 años. Sin embargo, no rellenó el agujero, que permanece abierto sin señalización.