La mujer del carrito que intentó robar en el Mercadona y se enfrentó a sus empleados ha sido arrestada por dos robos con violencia en dos establecimientos de la misma cadena de supermercados en Cerdanyola del Vallés (Barcelona) y enviada a la cárcel.
El juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Cerdanyola en funciones de guardia recibió ayer a la mujer. Acordó la jueza prisión provisional comunicada y bajo fianza de 2.500 euros, que aún no han sido abonados. La mujer tiene otros tres procedimientos por cuatro robos intentados con violencia en supermercados de la misma cadena. La mujer ya había cometido hechos delictivos similares en Barberá del Vallés, Rubí, Terrassa y Torredembarra.
Fue una de las imágenes del día que sorprendió a todos. Una mujer intentando robar en unos grandes almacenes con un carrito de bebé. Siempre lo hacía de la misma forma. La mujer entraba en el súper con un cochecito y otra menor, escondía productos en el carro e intentaba escapar. Y cuando la atrapaban se liaba a golpes con los trabajadores del establecimiento. La mujer, de 32 años y vecina de Terrasa no era la primera vez que iba a un supermercado a robar.
El primero de los robos que se le imputa tuvo lugar el 9 de julio en Barberá del Vallés y el segundo el 23 de octubre en Cerdanyola del Vallès, localidad en la que fue detenida cinco días después gracias a las imágenes publicadas. El pasado miércoles, la presunta ladrona pasó a disposición judicial y se decretó su ingreso en prisión.
En el hurto del 23 de octubre la secuencia fue grabada por una de las personas que se encontraba comprando en el establecimiento. Cuando la familia se disponía a abandonar el establecimiento fue parada por los empleados que le afirman “no te vas a ir”, ante esta frase se produce el primer intento de agresión por parte de la mujer, su hija trata de contenerla en vano para impedir el ataque.
La mujer justificó el robo bajo la sentencia “Es para comer mis hijos, ¿qué te pasa?” ante lo que una de las empleadas le espetó “pues compra choped”. Y es que el botín quedaba lejos de una compra humilde, se podían ver langostinos y jamón ibérico además de algunos productos no aptos para niños, como botellas de vino. Los empleados llamaron a la policía, sin embargo, los agentes no llegaron a tiempo de interceptarla.
"Las imágenes dejan claro que estamos ante un robo con violencia, que es un delito que conlleva pena de prisión y además hay reinicidencia", analiza Daniel Salvador, de Vosseler Abogados, “hurto es intentar llevarte las cosas pero cuando te descubren y comienzas a agredir a todo el mundo se puede convertir en robo con violencia” explica.