El Complejo Hospitalario Universitario de Toledo ha notificado al Ministerio de Sanidad una sospecha de reacción adversa a la vacuna de la farmacéutica AstraZeneca de un paciente que ha fallecido este lunes tras sufrir trombos graves, ha informado la Junta de Castilla-La Mancha.
Este complejo sanitario ha informado de que el servicio de Medicina Intensiva notificó el pasado viernes a la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, del Ministerio de Sanidad, una sospecha de reacción adversa registrada en un paciente ingresado en la UVI del Hospital 'Virgen de la Salud' de la capital toledana.
El pasado viernes ingresó en la UVI un paciente con fenómenos trombóticos muy graves, sospechosos de estar relacionados con la vacuna de AstraZeneca, han informado fuentes del Gobierno regional.
El paciente, un docente de 30 años que daba clase en Toledo, según otras fuentes, ha permanecido en estado muy grave en el servicio de Medicina Intensiva del Hospital Virgen de la Salud, donde finalmente ha fallecido este lunes.
El centro educativo ha organizado un acto de homenaje mañana a las 09.30 horas, cuando se guardará un minuto de silencio. "Hemos estado con sus alumnos de la tutoría esta mañana y están destrozados", ha dicho a Efe la secretaria del centro, Mamen Sánchez, quien ha añadido que el profesor "siempre estaba luchando por ellos" y "pensando de qué manera podía motivarles". De hecho, era "difícil" verlos a todos juntos en clase, porque se trata de un grupo con un poco de absentismo, pero "hoy estaban todos, estaban en el aula despidiendo a su tutor". El profesor, de 30 años recién cumplidos, llevaba dos años en este Instituto, el curso pasado en horario nocturno y este curso en el turno de mañana, en el Departamento de Procesos de Gestión Administrativa.
La semana pasada, las autoridades sanitarias revisaron la estrategia de vacunación para esta farmacéutica después de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se pronunciara sobre unos trombos raros que se habían registrado entre personas ya vacunadas en varios países.
Así, ahora esta vacuna no se administrará a menores de 60 años pero sí hasta los 69, frente a la estrategia que se había seguido inicialmente que la recomendaba para menores de 55 años, lo que ha provocado críticas y confusión.
El cuarto "Informe de farmacovigilancia sobre vacunas COVID-19", hecho público el pasado viernes por la Agencia Española del Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), destaca que el 0,18 % de los vacunados con este suero han notificado haber sufrido algún efectos adverso, sobre todo fiebre, cefalea y dolor muscular.
"Los acontecimientos adversos que se notifican no significa que estén relacionados con la vacunación", asegura este informe.