Alisa Adamova, un niña rusa de 12 años ha muerto al quedar atrapada bajo el agua de una piscina. La niña que se encontraba de vacaciones con su familia en un hotel de la ciudad turca de Bodrum, se tiró a la piscina desde un tobogán y fue entonces cuando una bomba de agua le succionó un brazo quedándose totalmente atrapada.
Al ver que la niña no salía a la superficie, su padre y otros testigos se lanzaron al agua para rescatarla. Tras varios minutos, los trabajadores del hotel apagaron la bomba, sin embargo, resultaba imposible liberar a la niña, tuvieron que romper el trozo de tubería en el que se había quedado atrapado su brazo.
Según cuentan los testigos no había ningún socorrista en la piscina y la niña estuvo más de un cuarto de hora atrapada bajo el agua. Según informa The Sun, los técnicos sanitarios intentaron reanimar a la Alisa, fue trasladada al hospital pero falleció 11 días después.
La policía está investigando el incidente y tres altos cargos del hotel recibieron la orden de no abandonar el país. Según sus padres, la niña era muy buena nadadora pero la fuerza de la bomba era muy grande.