El mosquito tigre (Aedes albopictus) ha registrado esta primavera su mayor presencia en España respecto a los últimos cinco años, gracias a las altas temperaturas y las lluvias constantes, condiciones idóneas para su reproducción. Así lo atestiguan las observaciones recibidas en 'Mosquito Alert', una app de ciencia ciudadana, durante el primer semestre del año.
Además de las condiciones climáticas favorables, también puede haber contribuido al aumento de mosquitos el confinamiento por la COVID-19, que ha impedido el cuidado de numerosas segundas residencias en el litoral mediterráneo. Así, el número de mosquitos tigre registrados en 'Mosquito Alert' en el primer semestre de 2020 suponen un incremento del 70% respecto a 2018, que era hasta ahora el año con más insectos observados a inicio de temporada. Sin embargo, la temporada con más mosquitos observados en su conjunto sigue siendo la de 2015.
Las observaciones acumuladas de mosquito tigre entre 2020 y 2015 muestran que las cifras del año actual se triplican en mayo y junio, por encima del valor de cualquiera de los años anteriores, a excepción de 2018. El desarrollo de la temporada 2020 a partir de ahora es difícil de predecir ya que, de acuerdo con la experiencia, la tendencia de la primavera no se puede extrapolar al verano.
Teniendo en cuenta que el ciclo biológico del mosquito tigre es de unos 15 días, su densidad futura está ligada, en gran parte, a la disponibilidad de agua a lo largo del verano, que les ofrece la oportunidad de reproducirse. El equipo de investigación de 'Mosquito Alert' estudia actualmente el efecto de las variables climáticas sobre la explosión reproductiva de mosquitos en primavera. Conocer esta relación permitirá predecir cómo será el principio de la temporada del insecto.
Para ello, habrá que considerar no sólo las temperaturas y precipitaciones de primavera, sino también las condiciones ambientales del invierno. Si la estación hibernal es suave, sobrevivirá un mayor número de los huevos depositados a finales de otoño para eclosionar en primavera. Ahora bien, la evolución durante el verano es difícil de predecir, ya que está al estar condicionada por episodios puntuales de tormentas veraniegas y por la conducta humana, como es, por ejemplo, el riego artificial.
Las segundas residencias sin mantenimiento así como la previsible alta demanda de piscinas hinchables configuran esta temporada el destino favorito para el mosquito tigre. En la actualidad esté establecido a lo largo de toda la costa mediterránea así como en "otros puntos de Extremadura, País Vasco, Aragón y Madrid", según el entomólogo del Servicio de Vigilancia "Mosquito Alert", Roger Eritja.
Eritja recomienda mantener el agua de las piscinas hinchables "correctamente tratada" ya que, de lo contrario, "podrían convertirlas rápidamente en focos de cría para miles de larvas". Además, advierte sobre los depósitos, recipientes con agua estancada o jarrones para las flores en lugares como los cementerios, que representan un punto "muy conflictivo" al estar siempre "llenos" por la lluvia, así como por la ciudadanía, al sustituir periódicamente los adornos florales.
Sus picaduras son uno de los efectos directos sobre la ciudadanía, aunque el portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), el doctor Fernando de la Calle, asegura que en ningún caso es un riesgo "mortal o muy peligroso", excepto en aquellas personas alérgicas a este vector, aunque sí es un transmisor de enfermedades tropicales como "el dengue, el chikungunya o el Zika".