En la residencia Santa Marta de Vigo, las hermanitas "de los ancianos desamparados" ya hablan de milagro y no es para menos. ¡Ni un solo caso de coronavirus entre sus 140 internos! Ahora lo celebran por todo lo alto.
Desde el primer momento, en esta residencia de Vigo regentada por religiosas donde viven y trabajan más de 200 personas, de las que 140 son residentes, lo tuvieron claro. Nada más comenzar la pandemia cerraron las puertas y nadie pudo entrar ni salir, casi como en un convento de clausura.
No ha sido fácil. El pasado domingo, fue el día de la madre y para estas abuelas, que también son madres, ha sido la puntilla después de casi dos meses de confinamiento sin poder ver a sus hijos y nietos.
Pero quizás por esto hoy pueden celebrar un maravilloso 0% de contagios según los test del COVID-19 que les han realizado. Y lo celebran con música, con gorritos, con serpentinas, con speeches de las monjitas que han velado y velan por estos veteranos que hoy pueden seguir dando guerra gracias a ellas.
La religiosas de Santa Marta, por su parte, se lo agradecen a Dios y a sus delegados celestiales San Judas Tadeo, patrón de las causas imposibles; y también a San Roque, especialista en epidemias infecciosas. Un poco de fe nunca viene mal.