Dos menores han tenido que ser rescatados en Valls, en Tarragona, después de que se cayesen en un pozo de ocho metros de profundidad mientras jugaban en una finca.
Los Bomberos de la Generalitat recibieron una alerta a las 15:22 horas del pasado martes, cuando movilizaron rápidamente a siete dotaciones que organizaron un dispositivo de rescate en triángulo, el cual permite "hacer extracciones en vertical y con mucha seguridad", según han explicado hoy miércoles a través de un comunicado.
A las 17:04 horas, una vez los efectivos comprobaron que los dos menores se encontraban “conscientes y orientados”, y tras bajar un médico para hacerles una primera valoración y prepararlos para el rescate, afortunadamente realizaron la extracción satisfactoriamente.
Efectivos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) diagnosticaron una fractura en una pierna a uno de ellos, mientras el otro presentaba contusiones y dolor lumbar.
Inevitablemente, el suceso ha recordado a la trágica muerte de Julen, el niño de dos años que falleció en 2019 en Totalán, Málaga, tras caer en un pozo un aciago 13 de enero. La tragedia quedó marcada en la sociedad española, que desde el primer momento siguió el transcurso de lo que fue una mastodóntica operación de rescate. El desenlace, fue el más duro y desolador, y dejó patente la necesidad de extremar la seguridad y dejar pozos de ese tipo debidamente sellados para evitar más tragedias.