En medio de un desierto, en Yemen, hay un agujero de 112 metros de profundidad y 30 metros de ancho que acaba de ser explorado por primera vez en la historia gracias a un equipo de espeleólogos local.
Se trata del pozo de Barhout, una maravilla de la naturaleza. También se conoce como 'pozo del infierno'. Las historias dicen que desprende olores raros, que hay genios, fantasmas... y nadie se acerca demasiado. Hasta ahora, claro está.
En el interior hay animales y rocas. Nada de genios ni otras leyendas, contó Mohammed al-Kindi, profesor de geología de la Universidad de Tecnología Alemana en Omán, y uno de los ocho espeleólogos experimentados que bajaron en rápel la semana pasada.
Las imágenes proporcionadas a AFP mostraron formaciones de cuevas y perlas de cuevas grises y verde lima, formadas por el goteo de agua.
"Recolectamos muestras de agua, rocas, suelo y algunos animales muertos, como serpientes, pero aún tenemos que analizarlos. Había pájaros muertos, lo que crea algunos malos olores, pero no había un mal olor abrumador".
"Notamos cosas extrañas en el interior. También olimos algo extraño... Es una situación misteriosa", añadía, pero puede deberse a la profundidad y a que no está documentado para saber a qué atenerse.