Un niño de 14 años, cuya identidad no ha sido revelada, ha confesado haber disparado contra cinco miembros de su familia, residentes en Alabama, EEUU, dejando tres víctimas mortales en el acto y otras dos personas en estado crítico que fallecieron después de haber sido trasladadas por aire al hospital, según recoge CNN News.
El menor estaba “colaborando con los investigadores a localizar el arma que empleó en el crimen, una pistola de 9 milímetros que dijo haber arrojado cerca de la vivienda”, según apunta la Oficina del Sheriff del Condado de Limestone en redes sociales.
Las autoridades confirmaron las tres víctimas mortales en el acto y más tarde confirmaron el fallecimiento de las otras dos personas que sufrieron disparos. Un nuevo crimen en Estados Unidos, en medio del gran debate surgido por los recientes tiroteos, que relaciona las armas de fuego con los jóvenes.