Prácticamente toda España está viviendo estos días un verano adelantado. Con temperaturas que superan ampliamente los 30 grados en el caso de Sevilla. Muy difícil compatibilizarlo con el uso obligatorio de la mascarilla. Con este panorama no es de extrañar que mucha gente se la quite momentáneamente para poder tomar aire o beber algo de agua a pesar de que no está permitido hacerlo.
Arde de la calle al sur de Triana y para cubrirse media cara durante un rato largo hace falta valor. Las mascarillas pican y molesta el sudor dentro de ellas. En Sevilla se va a pasar del confinamiento por virus o confinamiento por calor casi sin transición.
En Valencia, con 30 grados y 60% de humedad, no están mucho mejor. Así no hay manera de colocarse la mascarilla cómodamente, ni de hacerse un selfie. No hablemos de comerse un helado.
Esta situación se agrava en asmáticos. Es importante recordar que personas que presenten algún tipo de dificultad respiratoria no están obligadas a llevar mascarilla, o personas en las que su uso resulte contraindicado por motivos de salud debidamente justificados.
Por otro lado hay que tener en cuenta que las mascarillas quirúrgicas no interfieren con la respiración, pero hay otro tipo de mascarillas que sí dificultan más para respirar. Si estamos haciendo deporte pueden ser un inconveniente para hacer ejercicio físico.
El calor va para largo, así que mejor armarse de paciencia y, si es posible, de las mascarillas más fresquitas. Algunas modistas van a ver ofrecen gratis patrones para confeccionarlas en casa a través de Internet. Recomiendan las telas más adecuadas y dan instrucciones para cortarlas y coserlas a máquina o tirando como siempre de hilo y aguja. Así, de paso, nos ahorramos unos euros.
Hablamos de mascarilla sociales para asintomáticos que en ningún caso pueden sustituir a las quirúrgicas, nunca hay que olvidar que tienen que cumplir una misión crucial. Si bien es cierto que si son bonitas su usos se hace más llevadero. No es cuestión de frivolizar: hay que lucirlas siempre según la recomendación de sanitarias, es cuestión de estética y de ética.
Las mascarillas que arrasan entre los aficionados al fútbol son las que tiene los colores y el escudo del su equipo. La Real Sociedad ha vuelto a reponer las mascarillas blanquiazules después de agotarse en varias ocasiones. Los equipos de primera se suman al merchandising que formará parte de las gradas cuando el fútbol también vuelva a la nueva normalidad.