Tras finalizar hace exactamente una semana el estado de alarma, la nueva normalidad no permite retomar planes de vacaciones de años pasados y quien este verano se decida a viajar -pocos, según el Centro de Investigaciones Sociológica (CIS)- se verá forzado a respetar nuevas reglas, con fronteras cerradas, playas por turnos y mascarillas obligatorias.
Desde el 21 de mayo, el uso de mascarillas es obligatorio en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, siempre que no sea posible mantener una distancia de seguridad interpersonal de 1.5 metros.
Durante la fase de "nueva normalidad" las personas mayores de seis años están obligadas a usar mascarillas en "vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público", siempre que no sea posible mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros, según indica la orden ministerial publicada por el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 10 de junio.
Las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda agravarse por el uso de mascarilla o que debido a su situación de discapacidad o dependencia, no cuente con la autonomía para quitarse la mascarilla, quedan exentas de esta norma.
El uso de mascarilla tampoco será obligatorio al hacer ejercicio individual al aire libre, "ni en los supuestos de fuerza mayor o situación de necesidad o cuando, por la propia naturaleza de las actividades, el uso de las mascarillas resulte incompatible".
Sin embargo, la orden publicada por el Gobierno no informa sobre la situación de las mascarillas en la playa. ¿Es obligatorio usar mascarilla cuando se toma el sol en la playa o en la piscina? Al no haber una especificación clara sobre este asunto, se entiende que la mascarilla no será obligatoria justo en el momento en el que se tome el sol en la playa y, siempre y cuando, se mantenga y se garantice la distancia de seguridad de 1.5 metros.
No obstante, hay que recordar que durante el paseo desde el apartamento u hotel hasta llegar a la zona de arena donde nos tumbaremos al sol sí que habrá que llevar mascarilla. En este supuesto habrá que llevar el tapabocas con nosotros al no garantizar la distancia de seguridad obligatoria entre personas al caminar por la calle o por la acera.
Hay que recordar que, además, si se viaja en un coche con ocupantes con los que no se convive también se deberá llevar la mascarilla. Otro de los lugares en los que la mascarilla es obligatorio es en el transporte público. En caso de no cumplir con esta nueva norma, los agentes de seguridad podrán multar al ciudadano que la incumpla con una sanción de 100 euros.
El cartel de prohibido fumar colgado hace pocos años en algunas de las playas del país estará acompañado este verano de infinidad de reglas marcadas por los ayuntamientos costeros, que han comenzado a reclutar a ejércitos de vigilantes para informar de las nuevas normas y garantizar que se respetan los aforos fijados.
Muchos municipios han instalado cámaras y sensores para controlar esos aforos y aplicaciones para que los usuarios puedan conocer en cada momento el nivel de ocupación de las playas, la mayoría de ellas parceladas para asegurar las distancias y muchas con sectores separados para personas mayores, familias con niños o grupos de adultos.
Para acceder a las playas de Benidorm (Alicante), por ejemplo, habrá que reservar plaza previamente en una plataforma digital, mientras que Bakio (Bizkaia) ha fijado que domingos y festivos su playa será "dinámica", es decir, no se podrá tomar el sol.