“El corazón parecía que se me iba a salir”. Es el testimonio de una de las mujeres que tuvo relaciones sexuales con Jorge, el presunto asesino de Marta Calvo, que narró también como en las relaciones sexuales, agresivas, el joven la agarraba del pelo, la daba golpes en la cara.
Esta versión coincide con la que ha constatado la Guardia Civil en su informe, al que ha tenido acceso el diario Las Provincias y en el que los investigadores barajan la hipótesis de que Marta Calvo murió por una sobredosis de cocaína. En este sentido creen que Jorge fue más que consciente de los riesgos – no era la primera vez que sus prácticas sexuales le costaban la vida a una mujer, aunque nunca fuera acusado de asesinato- pero antepuso su ansia sexual a cualquier otra circunstancia.
Este ansia sexual queda claro por su constante intento de introducir cocaína en los genitales de las mujeres sin su consentimiento. Nada menos que siete mujeres dan constancia de esta práctica por lo que Jorge seguía el mismo patrón en sus relaciones sexuales. Algunas de estas mujeres manifestaron que sufrieron convulsiones y momentos de inconsciencia. La fiesta blanca que era una adicción para Jorge podría haber costado la vida a dos mujeres en sendas casas de citas de Valencia.
Los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil le atribuyen, pues, además de caso de Marta Calvo siete delitos contra la libertad e indemnidad sexual de las siete mujeres. Todas ellas relataron ardores vaginales y períodos de inconsciencia por lo que no se descarta que también les echara algo en sus bebidas para poder dominarlas a su voluntad en las prácticas sexuales. Los investigadores tienen claro que Jorge, con antecedentes, planificó tanto el descuartizamiento como el momento de su entrega para entorpecer la investigación y dificultad el hallazgo del cuerpo, algo clave para poder llegar a una conclusión.