Cuando se cumplen cinco días desde la instauración del estado de alarma en nuestro país, muchos aún no toman lo suficientemente en serio la consiguiente orden de cuarentena y confinamiento que pesa sobre la población española. Las redes nos muestran casos día tras día de aquellos que deciden saltarse el aislamiento con toda clase de trucos, arriesgándose en más de un caso a una multa o una pena más grave por este incumplimiento.
Los máximos jefes operativos de la Policía Nacional y la Guardia Civil avisaban ayer de la necesidad de endurecer las restricciones de movimiento, dejando de lado la pedagogía para pasar a un protocolo de “mano dura” con aquellos insolidarios que no respetaran la cuarentena. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha ratificado hoy esta decisión: "la coacción es imprescindible".
En una entrevista en el programa de Ana Rosa, el ministro ha recordado que son "una auténtica minoría los ciudadanos que son absolutamente insolidarios" y ha hecho hincapié en la responsabilidad y el comportamiento modélico de la mayoría de la población española. No obstante, Marlaska ha advertido que se han dictado unas normas de carácter prioritario, y éstas están para cumplirse.
Es por ello que, según el ministro, la labor pedagógica que las fuerzas del orden vienen desarrollando en nuestro país desde el pasado domingo puede endurecerse para asegurar el cumplimiento de las normas establecidas: "Pasados dos o tres días esa labor pedagógica cobra otra importancia y la política de coacción es imprescindible"