Desde que se expandiera por el globo convirtiéndose en un asunto de relevancia internacional, el Covid-19 se ha caracterizado su capacidad de contagio, sus resistencia y su mortalidad, que está en España en un 4%, por debajo de Italia, pero que en Madrid alcanzó al 7% hace tan solo unos días. De todos los colectivos de riesgo, entre los que encontramos a los pacientes transplantados, oncológicos o los asmáticos o alérgicos, hay uno que se lleva la peor parte: los mayores de 60.
En referencia a los más mayores, el día de hoy nos ha dejado una noticia insólita en en la lucha contra el virus: Francisca Navarrete, de 91 años, ha sido dada de alta en un Hospital de Alcorcón después de dar positivo en la enfermedad. Francisca presentó los síntomas el pasado miércoles y fue ingresada inmediatamente en un hospital privado de la localidad madrileña, donde una prueba confirmó el contagio por coronavirus.
Que haya recibido el alta hospitalaria no significa que haya superado la enfermedad, ni siquiera que su condición haya mejorado lo suficiente como para abandonar el centro. Su familia ha criticado la cuestionable actitud del hospital en el asunto en declaraciones a 20Minutos: “hemos estado una semana sin poder verla o acercarnos y, de repente, nos llaman para decirnos que le van a dar el alta, que no tienen sitio”.
María, nuera de la contagiada, ha desvelado la negativa del centro hospitalario a seguir hospedando a Francisca por falta de espacio, y los ‘consejos’ que les dieron para lidiar con la situación: “Nos dijeron que nos apañáramos, que nos achuchásemos en el sofá o la dejásemos aparcada en una butaca”.
Los familiares de la anciana se encuentran en una delicada situación tras el alta, dado que Francisca residía antes de dar positivo en una residencia de ancianos de Móstoles que ahora no le permite regresar por cuestiones de seguridad. El consistorio de la ciudad ha intervenido por la familia, exigiendo a la residencia la readmisión de la anciana, dado que es “quien tiene el deber de acogerla de nuevo”.