Todos los factores se aunaron para desencadenar un accidente fatal. Eran las 16:11 horas cuando se producía la colisión: un tren Alvia que cubría la ruta Ferrol-Madrid con 158 pasajeros a bordo, según cifras de RENFE y ADIF, descarrilaba tras impactar contra un vehículo que pudo caer una hora antes a las vías. Su conductor, un hombre de 89 años, se acababa de precipitar desde lo alto de un paso superior.
Como resultado, el anciano falleció en el acto, al tiempo en que los dos maquinistas que operaban el convoy quedaban atrapados en el amasijo en que se había convertido el habitáculo en el que se encontraban. Uno de ellos, de solo 32 años, hubo de recibir asistencia en el mismo lugar dada la gravedad de su estado salud. Los servicios sanitarios intentaron reanimarle, pero no pudieron hacer nada por salvar su vida. Su nombre, como indica La Voz de Galicia, es Álex Pedreira, un joven gallego que se encontraba en ese momento en prácticas acompañando al maquinista titular. Oriundo de A Coruña, su familia, recoge el medio gallego, estaba también vinculada al sector ferroviario y él había decidido seguir la tradición. Hoy, una fatalidad le ha arrebatado la vida.
Su compañero, por su parte, tras ser rescatado en la cabina ha sido trasladado a un hospital de Zamora, donde se encuentra ingresado en una UCI en estado grave.
Respecto a los 158 pasajeros, afortunadamente todos han podido salir ilesos y por su propio pie, a excepción de 6 de ellos que han resultado heridos y han sido trasladados al hospital Virgen de la Concha: “En principio por cuestiones leves, como algún latigazo cervical o algún tema de ansiedad”, ha explicado el delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo.
Durante los primeros segundos tras el accidente, los pasajeros vivían el suceso con conmoción. Maleta en mano, en medio del desconcierto, comenzaron a bajar de los vagones para comprobar con preocupación el resultado del descarrilamiento, sin saber muy bien qué es lo que lo había provocado.
De eso último, precisamente, se encargaron los técnicos, que ya tratan de averiguar qué pasó y por qué se precipitó el coche a las vías. De momento, el presidente de Renfe, Isaías Táboas, ya ha avanzado que habrá dos investigaciones para esclarecer lo ocurrido.
"Lo que todos sabemos es que parece ser que ha habido una colisión con un vehículo que se encontraba en la vía y eso es lo que ha provocado el descarrilamiento, pero las causas concretas y circunstancias tendrán que determinarlas ambas investigaciones", ha apuntado, añadiendo que el accidente se ha producido en un punto de "alrededor de 115 kilómetros por hora" y que, por tanto, no se trata de un tramo de "máxima velocidad".
"Estamos tristes y apesadumbrados por esta tragedia y veremos exactamente qué es lo que ha pasado para, en la medida en que dependa de nosotros mejorar las cosas para que situaciones como esta cada vez se produzcan menos", ha señalado, transmitiendo sus condolencias a las familias de los fallecidos.