19 agresiones sexuales en lo que va de año, son los datos oficiales que ha aportado el Ayuntamiento de Manresa. Unos datos sin duda preocupantes, y cuya notoriedad ha hecho que salten las alarmas entre esta ciudad de unos 76.000 habitantes. Solo la semana pasada dos jóvenes fueron detenidos acusados de dos agresiones sexuales a dos mujeres, una de ellas menor de edad. Fue uno de los motivos que impulsó la concentración no mixta durante la noche de este domingo, en la que reivindicaban que ninguna agresión quede impune. Una concentración en la que las asistentes lo tenían claro, es un problema general, y con una solución que pasa indudablemente por la educación.
Lo transmitía la portavoz de la concentración, “Estamos aquí porque ha habido una ola de violaciones aquí en Manresa y venimos a mostrar nuestro rechazo”. Un rechazo que no queda aquí, transmitía, también al tratamiento que se le ha dado, en el que añadía, se ha tendido a culpabilizar a ciertos colectivos. Añadía, “Creemos que no es que en Manresa haya más casos, lo único que por tempos se ha visibilizado mucho más, esto es una realidad que pasa en todo los sitios”. Un dato que Miquel Buch, conseller de interior, confirmaba, ya que aseguraba que Manresa “no es un caso aislado”. Es más, afirmaba que las agresiones sexuales ocurridas en lo que va de año en la ciudad están “por debajo de la media catalana”.
Buch concluía con estos datos tras su participación en la Junta de Seguridad Local de Manresa, que convocaba el Ayuntamiento de forma extraordinaria tras los últimos casos, tras admitir que no sabía como abordar la situación. El último, el pasado lunes 9 de diciembre, dos chicas fueron agredidas en un mismo piso por dos hombres diferentes. El anterior, el 17 de noviembre, dos jóvenes agredían sexualmente a una menor de 17 años en el interior de un vehículo. En lo que va de año se han producido 19 delitos de agresiones sexuales, perpetrados por 24 autores y con un total de veinte víctimas. De los cuales, once se produjeron en el ámbito de la pareja o expareja y los otros ocho “no responden a ningún tipo de patrón ni a un único agresor”, fueron presuntamente cometidos “por personas diferentes, en situaciones y ambientes diferentes”, trasladaron desde el consistorio. Además, preocupa que cuatro de las agresiones están concentradas en un radio de menos de dos kilómetros.
“Manresa ha tenido una notoriedad determinada, pero estos hechos pasan en toda Catalunya”, decía Buch, que añadía que “la problemática no es por la falta de efectivos”. Un aspecto en el que coincidía la portavoz de la manifestación convocada ayer, “Es todo cuestión de la educación y no de poner más policías”, apuntaba. Desde el sindicato de los Mossos d´Esquadra Toni Castejón, también señalaban que en los últimos casos el problema no ha estado en el número de efectivos “No es un caso de chicas que van por la calle en una hora solitaria, en una zona conflictiva, no hay presencia policial y sufren una agresión”.
Las últimas agresiones han tenido lugar en interiores, por lo que en ningún caso los cuerpos de seguridad podrían haber intervenido. Castejón lo confirmaba, se han producido “En sitios en los que nunca habrá presencia policial, el interior de un vehículo, el interior de una casa ocupada, o el interior de un domicilio”. Respecto a la cifra de agresiones sexuales afirma “que ha habido un auge, han subido”. Unos datos que se traducen en preocupación ciudadana y que se unen a la repercusión de los casos que han tenido lugar en el municipio, comenzando con la llamada `Manada de Manresa´. En este primer caso, cinco hombres agredieron sexualmente a una menor de 14 años, lo hicieron por turnos en una caseta abandonada durante una fiesta en el otoño de 2016.
Un caso que desató la psicosis ciudadana, que no ha hecho más que crecer con el aumento de casos, entre los que preocupan especialmente las violaciones en grupo. Este año, se han cometido dos agresiones sexuales en grupo en la localidad. Algo que los vecinos de Manresa califican como “una vergüenza”, y apuntan que hay muchas “viviendas vacías”, en las que no hay “ningún control”. Especialmente entre las mujeres, cuentan ellas mismas, ha aumentado el miedo, “a ciertas horas andar sola da miedo”. “No vas tranquila por la calle, es un problema general y hay que hacer algo”, decía otra de las mujeres que habitan en Manresa.
Y es que los datos de agresiones no solo han creado una incertidumbre entre los que viven en Manresa, también entre los que acuden a trabajar allí o los que acudían con frecuencia, “ya ni quedo para cenar ni nada, te da miedo”, cuenta una de las mujeres que acude a la localidad para trabajar. Sin embargo, si en algo coinciden todos es sobre el origen de este problema, “El problema es la educación”. Un joven de Manresa es más claro aún “No se educa lo suficientemente bien para que los jóvenes tengan una conciencia clara de los valores que hay que tener, que sepan lo que está bien o lo que está mal”.