Con el miedo en el cuerpo e indignados por la creciente ola de violaciones que se están produciendo en la localidad barcelonesa de Manresa, las vecinas han salido a la calle protestando contra la degradación de los barrios, la falta de presencia policial y la proliferación de pisos okupas regentados por las mafias. Un cóctel que señalan como detonante del aumento de violaciones en los últimos meses. Lo cierto es que las calles de esta localidad han sido testigos de 19 agresiones sexuales en lo que va de año.