No han querido declarar. Lo que más les ha preocupado a los integrantes de la Manada, que ya han sido condenados a 15 años por la agresión sexual a otro joven en Pamplona, es que no se admitiera a trámite el vídeo que ellos mismos grabaron. Pero el juez ha decidido por el momento dejarlo en el aire, sin declararlo nulo en un primer momento, un indicio de lo que puede pasar.
En este sentido, el juez ha señalado que esta no es la única prueba que existe en este proceso y ha recordado el "consentimiento" prestado por los acusados ante el juez instructor de Pamplona, donde hallaron las grabaciones tras entregar sus teléfonos y la Policía Foral de Navarra inició investigación. Varapalo, pues para los miembros de la Manada y su abogado que hoy pensaba que podría ser declarado ilícito. En el pecado llevan la penitencia.
Lo que sí es cierto es que los jóvenes de la Manada repetían a las fiestas a las que acudían su modus operandi. Por eso en el vídeo se escucha eso de "por esto nos llaman La Manada". Lo que indica que para ellos esta era una forma de divertirse, tener sexo juntos con chicas independientemente de que estas estuvieran sobrias y en último caso de si querían o no. En los hechos de Pozoblanco se ve cómo la chica no es consciente de lo que la están haciendo. Y en los mensajes de Whastapp esto es un motivo de burla. Se llega a decir si estaba en coma entre risas.
No las provoca la declaración de la joven que denuncia que de repente se vio desnuda en la parte de atrás del coche con las medias bajadas y que en cuanto se vio en esa circunstancia se colocó el vestido y las medias y se colocó en el asiento del copiloto. En ese momento la joven, que declarará mañana en el juicio que ha comenzado hoy, declaró en su día que Alfonso le pidió que al menos le hiciera una felación a lo que ella se negó. Así que él la golpeó. Y la echó del coche al grito de puta. La joven, que salió del coche más despejada de lo que entró, se dio cuenta de que tenía moratones por el cuerpo y se hizo una foto. Los jóvenes se enfrenta a siete años de cárcel por sendos delitos de abusos y delito contra la intimidad.
Las penas
La acusación particular pide penas de dos años y seis meses de cárcel, órdenes de alejamiento por cinco años y un año de libertad vigilada por la supuesta comisión de delito continuado de abusos sexuales; así como cuatro años y tres meses de cárcel por delito contra la intimidad. También, reclama indemnización de 3.600 euros por las lesiones sufridas y 80.000 euros por el daño moral ocasionado.
Por su parte, la acusación popular ha solicitado las mismas penas que la representación de la joven. Y la defensa pide la absolución al considerar que "no existe delito".
Mientras, la Fiscalía solicita para los cuatro acusados penas de tres años de prisión por la supuesta comisión de un delito de abusos sexuales hacia la joven, cuatro años más por otro delito contra la intimidad y para uno de ellos, el último conductor, una multa de 720 euros por supuestamente causar lesiones leves.
El Ministerio Fiscal también pide para la víctima como responsabilidad civil una indemnización conjunta y solidaria que deberán pagar los acusados de 4.500 euros por su curación y 6.000 más por los daños morales causados, según ha informado la Fiscalía Superior de la Comunidad Autónoma de Andalucía, en base al escrito de calificación provisional.