Una excepcional nube de polvo africano está convirtiendo en Marte las ciudades del centro y el este de España. Los vientos de la borrasca Celia han empujado hasta nuestro país partículas de arenas saharianas que se están traduciendo en cielos naranjas de aspecto apocalíptico, en lluvias de barro que han cubierto los coches y en una reducción drástica de la calidad del aire. Así están hoy Madrid y otras ciudades.
La calidad del aire hoy en gran parte de España se ha desplomado por los altos niveles de polvo en suspensión. La borrasca Celia situada al suroeste de la Península Ibérica, está canalizando un flujo de vientos procedentes de África que son a la vez cálidos y polvorientos. Esto ha hecho desde primera hora del martes que las temperaturas sean más altas, pero también ha provocado el episodio de calima que tiñe los cielos de naranja.
Los residentes de la capital no solo han amanecido el martes con cielos marcianos, también con sus coches llenos de barro en muchos municipios, por las lluvias “de sangre” producidas a primera hora.
A lo largo del día las lluvias serán ya menos probables, aunque aún habrá nubosidad y no se descarta alguna gota en la sierra, donde serán de nuevo con barro. Las temperaturas, por su parte, oscilarán entre los 8 de mínima y los 22 de máxima tras el ascenso producido por los vientos del sur.
En otras zonas de España, como Águilas, en Murcia, el lunes por la tarde los cielos estaba ya como vemos a continuación, en lo que los expertos consideran un episodio excepcional de calima imparable a ninguno que hayamos visto en décadas.
A lo largo del día, la nube de polvo sahariano va a ir cubriendo prácticamente todo el país, con niveles extraordinarios también en zonas de Castilla y León, Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha, Extremadura y un largo etcétera.
La calidad del aire prevista por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) es especialmente pésima no solo en Madrid sino también en las provincias de León, Zamora, Ávila, Toledo, Córdoba o Cáceres, donde la califica de "extremadamente desfavorable" por sus efectos nocivos en la salud.
La calima se forma por la presencia de partículas sólidas extremadamente pequeñas suspendidas en el aire que, aunque no vemos directamente, causan el aspecto marciano del cielo que tenemos el martes en España. Las irrupciones de polvo sahariano como la actual proceden del desierto del Sahara, donde el viento turbulento ha levantado grandes cantidades de arena previamente para después canalizar las partículas hacia el norte, hacia la Península Ibérica.
La posición de la borrasca Celia al suroeste de la Península, cuyos vientos giran en dirección contraria a las agujas del reloj, ha canalizado en la atmósfera los vientos cargados de arena desde África. Esto es relativamente común en España, aunque los niveles de este episodio serán excepcionales. Generalmente, ocurren con más frecuencia en los meses de verano y con menor frecuencia en invierno (al contrario que en Canarias).
El polvo atmosférico irá avanzando hacia el noroeste y alcanzará Galicia y el Cantábrico a lo largo del martes y el miércoles, llegando incluso hasta gran parte de Francia, de Bélgica, Holanda, Alemania e incluso partes de Dinamarca el jueves. En España, se irá desplazando con la borrasca Celia hacia el Mediterráneo, y el jueves podemos esperar ver una importante reducción de la visibilidad en Baleares.