Brittney Gosney denunció la desaparición a la policía de Ohio (EEUU) el domingo. En ese momento, los agentes no tenían idea de cómo cambiaría la historia en cuestión de unas horas. El caso del pequeño desaparecido se convirtió en una investigación de homicidio. Las autoridades fueron enviadas al río Ohio, donde fue arrojado el cuerpo de James Robert Hutchinson. Y su madre, de 29 años, fue acusada de asesinato, abuso de un cadáver y manipulación de pruebas.
Según los registros judiciales, Gosney dijo a los investigadores policiales que intentó abandonar a Hutchinson en el parque Rush Run, en el condado vecino de Preble, el viernes. Cuando regresó al vehículo, ella aceleró, lo atropelló, señalaron las autoridades.
Gosney volvió a la escena unos 30 minutos después, lo encontró muerto en un estacionamiento con una herida en la cabeza, lo llevó a su casa en la localidad de Middletown, al norte de Cincinnati, y colocó el cuerpo en un dormitorio, según la denuncia penal.
Al día siguiente, ella y su novio, James Hamilton, de 42 años, condujeron hasta un lugar no revelado a lo largo del río Ohio y arrojaron el cuerpo al agua, según el documento. Las autoridades aún no han encontrado el cadáver del niño.
Al igual que Gosney, Hamilton fue acusado de abuso de un cadáver y manipulación de pruebas, aunque no se enfrenta al cargo de asesinato. Un juez fijó la fianza de Gosney en un millón de dólares y la de Hamilton, en 100.000 dólares, informó WWBT, afiliada de NBC.
El jefe de policía de Middletown, David Birk, aseguró durante una conferencia de prensa que Gosney "no mostraba mucho remordimiento". No se ha revelado ningún motivo acerca de su actuación. La próxima audiencia judicial está programada para el lunes que viene, 8 de marzo.
Las autoridades estatales tienen ahora bajo su custodia a los otros dos menores que vivían con ellos.