Llega el mediodía a los colegios de España. Como cada día, los alumnos acuden al comedor con sus amigos. Aunque este gesto es algo cotidiano para muchos, algunos menores no pueden hacerlo o a sus familias les cuesta. Es el caso de Carola. Tiene una beca de comedor para su hija, pero en Comunidad Valenciana no cubre el 100%. Para llegar a fin de mes hace malabares.
"Este mes me toca pagar a mí 16,50 euros. Tengo los 10, pero me faltan 6,50 euros. No llego, no puedo, no tengo", dice desesperada. El suyo no es un caso aislado en un país del primer mundo como España. Más de un millón de niños de familias con pocos recursos no tienen becas de comedor, según indica un informe de Save the Children.
Tal y como señala la organización, las ayudas para acudir al comedor apenas llegan al 40% de los menores en situación de pobreza en la educación obligatoria. Igualmente, apunta que las diferencias entre comunidades son notables: "Para un niño no es lo mismo nacer en País Vasco que en Murcia o Ceuta", explica Álvaro Ferrer, especialista en educación de la ONG. El experto añade que en Murcia una familia con 700 euros mensuales no accedería a la beca. En cambio, en Euskadi sí la tendría.
Save the Children critica que en autonomías como Comunidad Valenciana ―en la que vive Carola―, Murcia y Aragón las ayudas sean por concurrencia competitiva: "Si no queda presupuesto en esa partida, aunque las familias cumplan los requisitos se pueden quedar sin ayuda". A esto le añaden que la ayuda no es completa, sino parcial. Señalan que esto también sucede en territorios como la Comunidad de Madrid, La Rioja, Cantabria y Baleares.
Las consecuencias de que los menores en pobreza es que caigan en la malnutrición. "Lo más probable es que se alimenten mal en sus casas por la dificultad económica de sus familias de comprar alimentos de calidad, falta de conciliación, nivel cultura, etc.", incide Ferrer.
Una mala alimentación puede contribuir a la obesidad infantil. A su vez, esta puede derivar en enfermedades crónicas como la diabetes de tipo 2, trastornos del sueño, hígado graso no alcohólico, colesterol alto e hipertensión.
La situación en los institutos es aún peor que en los colegios, recalca la ONG. Señala que Euskadi y Galicia destacan por ofrecer comedor en los institutos. "En el resto de las regiones son casi inexistentes. Solo uno de cada 10 institutos públicos tiene comedor escolar", finaliza.