Ha sido ella misma quien, apenas unos minutos después de las 15:00 horas de este lunes, ha llamado a los servicios de emergencias para confesar que acababa de ahogar a su hija en la bañera de su domicilio, en Girona. Al llegar, los sanitarios intentaron reanimar a la pequeña, de tan solo de 10 años, a la que trasladaron en estado crítico al Hospital Josep Trueta. Ingresó en parada cardiorrespiratoria, y pese a los esfuerzos del equipo médico, no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
“Estamos consternados y con una gran pena”, cuentan los vecinos de la zona, atónitos y entristecidos hoy por la noticia.
Tras el suceso, las autoridades procedieron al arresto de la progenitora, y poco después volvieron para realizar una inspección ocular del domicilio, de donde los Mossos D’Esquadra han salido con varias cajas. Tras una hora y media de reconstrucción en su casa, la detenida salía cabizbaja, mirando fijamente al suelo, custodiada por los agentes que la han metido en el coche para trasladarla al calabozo acusada de un delito de tentativa de homicidio.
Ahora, se investiga qué pudo llevarla a matar a su propia hija. No constan antecedentes de violencia en la familia, y estaba separada del padre de la menor.