Un padre de Murcia va a recibir un millón de euros como indemnización. Un dinero que jamás habría querido tener. La justicia ha condenado a la aseguradora de la sanidad pública murciana a pagarle dicha cantidad por las terribles secuelas que sufrió su bebé como consecuencia de una cesárea hecha demasiado tarde.
La madre, de 35 años, ingresó en el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, donde era matrona, en abril de 2011 para dar a luz. Según informa ‘El Defensor del Paciente’, tras diversas incidencias, el parto acabó con una cesárea urgente por pérdida de bienestar fetal. Nació un niño que ingresó en la unidad de cuidados intensivos (UCI) por encefalopatía hipóxico-isquémica debido al sufrimiento del feto.
La encefalopatía se produce por la falta de oxigeno al cerebro. En este caso en el momento del nacimiento. Estos niños pueden sufrir un deterioro de la capacidad de despertar, alteraciones en el tono muscular y en las respuestas motoras, alteraciones en los reflejos, y a veces, convulsiones. La severidad de las lesiones se vinculan con la duración de la falta de oxígeno, y se estima que a partir de 4-5 minutos las lesiones son irreversibles.
El Juzgado de Primera Instancia de Madrid ha condenado a la aseguradora de la sanidad pública murciana a indemnizar al padre por la encefalopatía de su único hijo durante los dos años que vivió, así como por su posterior muerte. La cuantía de un millón de euros –teniendo en cuenta 416.000 eros de principal más intereses sancionadores desde 2011-.
El bebé necesitó durante sus dos años de vida múltiples ingresos hospitalarios y asistencia especializada las 24 horas del día para mantenerlo con vida. La madre falleció de súbita enfermedad en agosto de 2012.
El tribunal “concluye, tras el análisis de las pruebas practicadas, que efectivamente y tal y como alega la parte actora, la grave encefalopatía hipóxico isquémica que padecía el menor deriva de una incorrecta asistencia obstétrica en el parto (…) La anterior conclusión se basa principalmente en el retraso que se aprecia en la toma de decisiones y actuaciones necesarias, que en casos de asfixia, como existía en el presente, se entiende que deben urgentemente adoptarse”.
El padre ha decidido donar parte de la indemnización a una fundación que asiste médicamente a niños del tercer mundo.