Ley antitabaco: Sanidad planea prohibir fumar en las terrazas tras los nuevos hábitos poscovid
Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Comunidad Valenciana y La Rioja ya han legislado en este sentido
Sanidad estudia prohibir fumar en terrazas de bares y restaurantes de forma definitiva
Sanidad quiere limitar el impacto del tabaquismo entre los jóvenes
El Ministerio de Sanidad cree que la pandemia de covid ha abierto “un camino importante” a la lucha antitabaco y que hay que aprovechar la buena aceptación que ha tenido entre la ciudadanía la prohibición de fumar tabaco y productos relacionados en la hostelería para actualizar la ley de 2010. Así lo ha expresado la subdirectora General de Promoción de la Salud y Vigilancia en Salud Pública, Pilar Campos, durante su intervención en el XI Congreso del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), en la que ha subrayado que la prioridad de su departamento es luchar contra esta sustancia y sus derivados.
Pilar Campos ha resaltado que la ley de 2010 "fue pionera y ha tenido una repercusión a pesar de que en 2017 hubiera un frenazo o repunte". En este sentido, ha remarcado que la normativa "avanzó en derechos y protección de espacios y sirve para disminuir la prevalencia", advirtiendo que "hay 6.000 muertes menos atribuibles al tabaco" gracias a ella. No obstante, Campos ha reconocido "ciertos aspectos" a mejorar de la ley de 2010, como la publicidad de los cigarrillos electrónicos, una cuestión que "preocupa mucho" al Ministerio puesto que es una puerta de entrada al tabaco para la población más joven. "Genera la misma adicción y también es nocivo para la salud", ha remarcado, señalando que "hay que avanzar en la regulación de todos estos productos relacionados".
MÁS
'Etiquetado neutro' para las cajetillas de tabaco
Para el Comité de Prevención del Tabaquismo hay tres ámbitos fundamentales que se deben regular como son ampliar los espacios sin humo. La propuesta que se estudiará es prohibir fumar en terrazas de hostelería, estadios de eventos deportivos, aunque sean al aire libre, con aglomeración de personas como playas. También una de las batallas va a ser el etiquetado neutro. Es decir, que las cajetillas de tabaco no puedan llevar la marca, ni tener colores atractivos. Deberán mostrar impresas, como ahora, fotografías de los efectos nocivos del tabaco sobre la salud. El cigarrillo electrónico también estaría en el punto de mira.
Aunque las propuestas están muy avanzadas y la disposición de Sanidad es incorporarlas a la ley, lo cierto es que es difícil que estas modificaciones entren en vigor antes de 2023.
Limitaciones al tabaco en 7 comunidades
Desde el CNPT se considera que los espacios libres de humo, como las terrazas, deben ser una de las medidas “imprescindibles” para el control de la covid, y confían en que esto se vea reflejado en la nueva normativa a nivel estatal en línea con las siete comunidades autónomas que ya han legislado en ese sentido (Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Comunidad Valenciana y La Rioja), informa Efe.
Según ha recordado en este congreso Campos, la ley antitabaco de 2010 fue “pionera” para limitar el consumo, pero ahora ha llegado el momento de abordar dos asuntos que quedaron fuera de ella: una, los nuevos productos relacionados que han ido proliferando y sobre los que hay aspectos que no han quedado regulados, como la publicidad en algunos espacios.
Y la otra es la ampliación de espacios sin humo: “Durante la pandemia hemos avanzado y estamos contentos de que haya tenido una buena aceptación en la ciudadanía, una vez que se demostró la transmisión por aerosoles del tabaco y los productos relacionados, el no consumir en los espacios de hostelería, y creemos que esto puede ayudar a avanzar en esa línea. La pandemia ha dejado un camino importante que debemos aprovechar”, ha abundado. Campos no ha podido precisar en qué fecha estará lista la reforma de la ley antitabaco porque con la crisis sanitaria del coronavirus hay muchos proyectos que han quedado pendientes.
De hecho, el endurecimiento de esta ley fue uno de los compromisos adquiridos por el anterior ministro de Sanidad, Salvador Illa, que en febrero de 2020 avanzó su intención de reformarla ampliando los espacios libres de humo, para lo que se barajaba prohibirlo en los recintos deportivos al aire libre y dentro de los vehículos, así como incrementar el precio, entre otras medidas.
Sanidad ha retomado ahora este empeño coincidiendo con la buena acogida ciudadana al veto a fumar en la hostelería; además, Campos ha añadido que buscarán la protección de los niños -más de 2,2 millones de menores están expuestos al humo del tabaco en España- y a los derechos de los no fumadores.
La clave para el Ministerio es que “esto esté en el debate público” y que la gente se conciencie no solo de que el tabaco es peligroso, sino también todos los productos relacionados. Paralelamente a la ley, que es “la que va a tener más impacto”, estos meses han ido avanzando en otros asuntos como los planes de deshabituación tabáquica y han mantenido reuniones con el Ministerio de Hacienda para la subida de impuestos y la equiparación de productos relacionados.
Además, trabaja con las comunidades en un plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025 que pilota sobre cuatro ejes (sanitario, normativo, de coordinación y de protección del medio ambiente” y que se ha fijado como meta reducir la prevalencia del consumo de tabaco y de productos relacionados. También la de fomentar el abandono del tabaquismo y facilitar el acceso a servicios de ayuda; garantizar espacios sin contaminantes del tabaco y relacionados y reducir la huella ecológica; promover la investigación y la monitorización en el Control de Tabaquismo y potenciar la coordinación y establecimiento de alianzas
El presidente de CNPT, Andrés Zamorano, ha vuelto a lamentar que España sea destino “low cost” de fumadores que vienen a comprar tabaco a precios muy inferiores que los de países del entorno. Y ha trasladado a la portavoz de Sanidad las reivindicaciones del Comité: equiparar la fiscalidad al alza de todos los productos del tabaco y sus derivados, incluidos los cigarrillos electrónicos; aumentar los ambientes libres de humo a todos los espacios en los que haya gente y el empaquetado neutro.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda en su último informe que cada año, más de 8 millones de personas fallecen a causa del tabaco. Asimismo, cerca de 7 millones de estas defunciones se deben al consumo directo de tabaco y alrededor de 1,2 millones son consecuencia de la exposición de no fumadores al humo ajeno. Son datos reveladores que además se unen al hecho de que el tabaquismo también aumenta la pobreza "porque los hogares gastan en tabaco un dinero que podrían dedicar a necesidades básicas como la alimentación y la vivienda", subraya el organismo.