Sin guardar distancias, lanzando bengalas, subiéndose en los coches y hasta sin mascarillas: así es como han celebrado algunos aficionados del Athletic Club la victoria de su equipo en la Supercopa de España tras derrotar al FC Barcelona por 2-3.
Pese a la gravedad de la situación, con una tercera ola que no da tregua y con los contagios de coronavirus al alza, marcando récord con 84.287 nuevos contagios y 455 decesos durante el fin de semana, –el peor desde el inicio de la pandemia–, muchos todavía parecen ajenos a las normativas sanitarias. Desoyendo las recomendaciones y saltándose algunas de las restricciones, hay quien continúa persistiendo en actitudes irresponsables que ponen en riesgo todos los intentos por controlar la transmisión.
En esta ocasión, los aficionados estaban convocados para celebrar la victoria de su equipo desde los balcones, pero han acabado por saltarse las normativas de Sanidad.
Ante la situación, la Ertzaintza ha tenido que intervenir para disolver el tumulto que se había formado en la calle. De este modo, y evitando unas circunstancias que podían haberse agravado todavía más, los agentes han conseguido dispersarlos rápidamente.
Este mismo lunes, el lehendakari, Iñigo Urkullu, subrayaba en una entrevista concedida a la cadena SER y recogida por Europa Press la gravedad de las circunstancias en que se encuentra tanto la región como el resto de España y del mundo: la situación, ha dicho, es de “extrema gravedad”, y ha advertido de que “va a ir a peor”, aunque haya rechazado en estos momentos el confinamiento domiciliario total.
Lo que sí considera que podría plantearse en el Consejo Interterritorial adelantar a las ocho de la tarde el toque de queda o limitar los grupos de contactos de seis a cuatro personas, pero cree que debe consensuarse entre todas las comunidades autónomas y el Gobierno del Estado.
Insistiendo en que "todavía se viven los efectos de la época navideña", cuando ha habido "la mayor interacción social de manera desinhibida", ha alertado de que "vamos a seguir creciendo en los casos positivos en la incidencia acumulada".
En este sentido, ha subrayado que la interacción social "debe estar muy controlada”, algo que va en dirección absolutamente contraria a la que se ha producido debido a este grupo de aficionados.