El 37% de los jóvenes españoles entre 25 y 34 años se plantea no llevar una vida convencional, renunciando al matrimonio, una hipoteca o tener hijos, tal y como se desprende de un estudio realizado por el Instituto Santalucía a 2.507 personas de entre 18 y 65 años de edad, en el que se analiza la capacidad de reinventarse laboralmente y la salud de las finanzas de ambas generaciones.
Así, el informe revela que uno de cada cuatro jóvenes de entre 25 y 34 años (26%) está feliz con su vida tal como es y no cambiaría nada. Sin embargo, el 53,4% desea realizar un cambio en su vida, frente al 20% de los jóvenes que no se plantea realizar un cambio en su vida por falta de solvencia económica o pereza, según ha informado el Instituto Andalucía.
Por otra parte, en la generación de entre 55 y 65 años, el 47,4% se declara satisfecho con su vida y un 20, 1% se plantea un cambio vital.
En este sentido, el director del Instituto Santalucía, José Manuel Jiménez, ha explicado que la globalización y la tecnología han cambiado la forma de vivir y trabajar y ha señalado el aumento de la longevidad como otro de los factores que cambiarán el estilo de vida en el futuro.
Así, entre los cambios que más desearían hacer los jóvenes en su vida están cambiar de trabajo y dedicarse a una profesión diferente (citado por el 22% por ciento), dejar el trabajo y emprender un negocio (19%) y estudiar otra carrera (19%).
Por el contrario, los cambios vitales más populares entre la generación de entre 55 y 65 años se encuentran coger un año sabático para realizar un proyecto personal como viajar o voluntariado, irse a vivir al extranjero o cambiar de profesión, entre otros.
Sin embargo, el 69% de los jóvenes y el 53% de los mayores de 55 años que se plantean llevar a cabo algún cambio en su vida ha señalado que el principal obstáculo que se lo impide es el dinero, seguido de la falta de tiempo (36%), la falta de confianza y miedo al fracaso (33%) y la falta de conocimientos o habilidades (21,8%).
El estudio también evidencia que costear una vida independiente es uno de los mayores retos de los jóvenes y señala que un 21,5% ha asegurado tener el dinero suficiente para emprender los proyectos que quiere.
En este sentido, el 64% de las personas entre 25 y 34 años está dispuesta a sacrificar el ocio y caprichos presentes para su bienestar futuro, cuatro puntos más que los mayores de 55 años, y un 71% ha reconocido que si fuera a vivir cien años ahorraría más o planificaría mejor su futuro.
Asimismo, tres de cada cuatro jóvenes han asegurado estar emancipados y un 46% ha indicado que reciben ayuda económica de su familia, ya que, tal y como recogen los resultados del estudio, el nivel salarial medio de esta franja de edad no supera los 20.000 euros anuales brutos.
En el caso de la generación de las personas de entre 55 y 65 años, cuyo salario medio anual es de 26.000 euros brutos al año, el 23% ha señalado que también recibe ayuda financiera de sus familiares.
Jiménez ha apuntado que en el futuro aparecerán nuevos trabajos y competencias que transformarán las relaciones sociales y laborales con oportunidades para evitar las restricciones de un modelo de vida basado en las etapas de formación, carrera laboral y jubilación) y acceder a una forma de vida "más flexible y adaptable a los cambios".
Así, según revela el estudio, el 66% de los jóvenes y el 45% de los mayores de 55 años querrían cambiar de profesión en algún punto de su vida.
Por otro lado, ante la evolución continua en la oferta de trabajos y estudios, un 88% de los jóvenes está convencido de que tendrá que formarse constantemente, actualizar conocimientos y desarrollar nuevas habilidades a lo largo de su vida profesional. Sin embargo, un 64% cree que ya tiene todos los conocimientos y habilidades necesarios para tener éxito en su carrera laboral.
A la hora de plantearse cuáles serán las competencias fundamentales en el mercado laboral del futuro, el 65,2% cree que será la adaptación a las novedades tecnológicas.