Jersey de lana gordo: cómo lavarlo para que no salgan pelotillas

Es la prenda más confortable del otoño e invierno, pero tan delicado que se suele tener miedo a lavarlo porque puede perder suavidad, es posible que le salgan bolitas, que se deforme, o encoja. Esto pasará si no sabes cómo hacerlo adecuadamente, pero es importante aprender a el proceso porque de lo contrario se lo comerán las polillas.

Lo primero que debes saber es que el gran enemigo de la lana es el calor, tanto el agua caliente como la plancha, pero no son los únicos y además de aprender a lavarlos, es necesario saber cómo secarlos y guardarlos para que duren en buen estado por mucho tiempo.

Si te preocupa que al lavarlo le salgan bolitas haz caso a los expertos, quienes opinan que lo mejor para evitarlas es congelarlos durante unos días y lavarlo posteriormente.

En cuanto a la manera de lavarlo, hay que aclarar que la lana no se debe mojar muy a menudo, pero es necesario lavar los jerséis cada tres o cuatro usos para evitar que se lo coman las temidas polillas. En cualquier caso, si quieres distanciar los lavados, evita usar la lana directamente sobre la piel para que no absorba el sudor, las cremas o los perfumes.

Lo mejor es, si no hay manchas, dejarlo en remojo con agua tibia y jabón neutro durante unos quince minutos antes de agitarlo, no lo frotes contra sí mismo porque es la mejor manera de hacer que le salgan bolitas. Finalmente se debe exprimir el exceso de agua apretando, pero evitando retorcerlo sobre sí mismo.

En las lavadoras actuales existen programas especiales para lana, así que otra opción es lavarlo a máquina, aunque no es tan recomendable. Es conveniente evitar el suavizante, un centrifugado demasiado rápido y la secadora. Si te decides por el lavado a máquina, abrocha botones y cremalleras antes de meter la prenda en la lavadora, son buenos sacapelotillas, y asegúrate de que los bolsillos están vacíos.

Para secar las prendas de lana es imprescindible evitar todo lo que se suele hacer con prendas de otro tejido: retorcer y colgar al sol en perchas o con pinzas. Si no quieres que tu jersey favorito se deforme (ten en cuenta que lleva el peso del agua no centrifugada) se deben secar extendido en una superficie que absorba la humedad como una toalla, mejor si es de microfibra que absorbe más y más rápido.

Una vez seco es el momento de doblarlo y colocarlo en su sitio, que nunca debe ser una percha porque salen picos en los hombros. Es importante evitar la plancha, aunque si se siguen los pasos indicados no hará falta en absoluto. La plancha sacará brillos al jersey e incluso puede torcer las costuras y romper la fibra, pero si es imprescindible puedes hacer dos cosas: bien plancharlo a una temperatura inferior a 110 grados mientras el jersey está un poco húmedo sin estirar, sólo apoyando la plancha o bien, usar sólo el vapor de la plancha y las manos.

Si las bolitas ya han aparecido no es porque lo hayas lavado mal, esto sucede con el roce de la ropa de abrigo o los bolsos, además no está todo perdido. Existen numerosos utensilios específicos para quitar las bolas de los jerséis y si no dispones de ninguno puedes recurrir al método rudimentario, que es pasar una maquinilla de afeitar para arrastrarlas.