El padre de Isabel se ha quedado ingresado en el hospital de Llíria. Aunque no tiene golpes ni secuelas por la caída que se vio en las imágenes emitidas por Informativos Telecinco, tomadas por una exempleada de al residencia valenciana, lo han encontrado muy deteriorado, "parece un cadáver y tiene úlceras por todo su cuerpo". Tras ver su estado ha tomado la decisión de denunciar a la residencia.
Mientras en la residencia, otra familia decidía trasladar a un anciano porque los familiares ya no las tienen todas consigo. Hoy mismo una avería en la cocina ha retrasado los desayunos. Y un familiar ha encontrado bolsas de basura abiertas en el jardín. Ahora el centro está bajo vigilancia activa.
Sixto también cuenta la mala experiencia en la residencia. "Mi madre está en plenas condiciones físicas y mentales y desde el principio empezó a quejarse de que no le daban la medicación, que la obligaban a ponerse pañales sin necesitarlos o que la insultaban".
No solo eso, ante la insistencia de su hijo en pedir explicaciones esta señala que la mujer recibió el aviso de que a lo mejor no se levantaba al día siguiente". De hecho, según expresa el joven, la anterior directora del centro le llegó a denunciar por agresión, aunque en el juicio fue absuelto porque nadie del centro apoyó la versión de la dirección. "Quedó como una mentirosa, pero tampoco pudo justificar los gastos cargados a mi cuenta". Ana, que acaba de visitar a su madre, ha visto cómo no la habían dado de desayunar ni la medicación. Testimonios, antes privados y ahora públicos que saltan a la luz tras unas imágenes que han puesto en alerta a las familias. La situación se agrava con la realidad del coronavirus y una segunda ola que empieza a afectar a las residencias. De hecho, una carta al presidente del Gobierno de la Asociación de Abuelas y Abuelos de España lanza un SOS, ¡Nos jugamos la vida! Y más si dentro de la residencias los cuidados no son exquisitos.