La Fiscalía no ha dudado ni esperado para actuar y abrirá diligencias. Y lo hará de oficio. lo hace de oficio sin esperar a los resultados de la investigación del gobierno valenciano. Son dos minutos de imágenes que ponen los pelos de punta, en que se ve a nueve ancianos en pésimas condiciones. La residencia dice que todo es un montaje de una empleada despedida.
La autora de las imágenes, que han sido divulgadas por Informativos Telecinco, será llamada a citar como testigo por la Guardia Civil para saber de primera mano la realidad de la residencia que ya está en el punto de mira de la fiscalía. La residencia de Lliria pertenece al Grupo Domus Vi, un fondo de inversión internacional con 140 geriátricos por toda España, 25.000 plalzas y muchas dudas de su gestión durante el coronavirus.
Los testimonios se suceden, como el de José María, que dice que su padre, enfermo de alzheimer, desapareció de la residencia sin que nadie se enterara de ello. Lo recogió un hombre en la calle y con las indicaciones vagas del anciano pudo llevarle a casa de su hijo, que no a la residencia. José María puso una denuncia tras acudir a la Guardia Civil. Desde la residencia se justificó con que solo dos personas daban de comer a 150 y no daban abasto.
Amparo también denunció la caída de su madre y también la situación de uno de sus pies. Hasta en tres ocasiones, Amparo ha denunciado ante la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, que tiene las competencias en la materia, la situación que sufre su madre en el centro. Su madre tiene alzheimer y esa plaza pública subvencionada se convirtió en su salvación aunque ahora es un calvario. Carlos recibió hace un año recibió una llamada de la Policía Judicial de Llíria, que había iniciado una investigación por las presuntas violaciones que había sufrido su madre por parte de un trabajador de la residencia, según desvela el joven a Nius.
En Cataluña varias residencias fueron intervenidas durante la pandemia, investigados por ocultar las cifras e fallecidos por covid, en Castilla León y Madrid, denuncias de los trabajadores por no recoger los cadáveres. La residencia de Lliria ya fue multada con más de 170.000 euros por graves irregularidades.
Ahora las imágenes vuelven a dar pavor. Heridas, ancianos escuálidos, solos. Los familiares ya se han unido para intentar compartir experiencias, porque a raíz de las imágenes son muchos los que han compartido experiencias que creían razonables y que ahora creen puede ser un modo de conducta.
El alcalde de Llíria, Manolo Civera, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha condenado las imágenes que se han podido ver, que ha calificado de "vergonzosas, dolorosas y repudiables porque, además, provocan un sufrimiento a toda la sociedad y al conjunto de profesionales que trabajan en este sector, un servicio esencial en el que hay personas trabajando con una vocación extraordinaria".
El primer edil ha recalcado que desde el Ayuntamiento están a disposición de las familias "para colaborar con ellas en las decisiones que consideren oportuno adoptar, al mismo tiempo que estamos al lado de la Generalitat en las acciones que lleve a cabo dentro de sus competencias en este ámbito, para tratar de esclarecer todos los hechos", según unas declaraciones facilitadas por el consistorio.
Civera considera que se deben activar "todos los mecanismos necesarios para sancionar a aquellas personas que hayan podido realizar estas prácticas nada éticas" y aboga por "controlar los fondos de inversión que gestionan estos centros de mayores, porque es un sector en el que la mayoría de los personas trabajan con vocación social y en el que debe primar siempre el factor humano por encima del económico".