El pasado miércoles varios usuarios de las redes sociales denunciaban a través de Twitter la actuación supuestamente desmesurada de la policía autonómica catalana reduciendo a una mujer con una pistola Taser.
Los Mossos d'Esquadra detuvieron a una joven tras reducirla con una pistola eléctrica tipo Taser frente a un centro médico de Sabadell.
Según fuentes de la policía catalana, la joven tenía visita en el centro médico y "se puso nerviosa" porque su madre, que la acompañaba, no podía entrar al edificio por las restricciones por el coronavirus, y supuestamente causó daños en las instalaciones, se enfrentó al personal sanitario y los Mossos la redujeron con la pistola Taser porque supuestamente adoptó una actitud agresiva.
El Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) la trasladó a un centro hospitalario y fue detenida por un presunto delito de atentado a dos agentes, que tuvieron lesiones leves, y un presunto delito de daños contra las instalaciones.
Paula Parra, la joven reducida en Sabadell, ha contado su versión de los hechos en el programa ‘Todo es mentira’ y donde ha asegurado que le dispararon “una vez en el pecho y dos en el brazo”.
Paula cuenta que se encontraba en la consulta con su psiquiatra cuando, tras una mala contestación de su doctora, se puso nerviosa y reaccionó con agresividad, por lo que la psiquiatra llamó a seguridad y estos a su vez a la policía.
Cuando ya se encontraba fuera del centro y quiso volver a por el informe a la consulta fue el momento en el que los policías le dispararon con la pistola eléctrica, asegura la joven.
Paula ha sido denunciada por la doctora que la atendió y por la dirección del hospital por amenazas y por los daños causados, que obligaron a cerrar dos horas el local.
Según han informado fuentes cercanas al caso, la dirección del centro médico vallesano y la doctora que le atendió antes de ser reducida han interpuesto sendas denuncias ante los Mossos d'Esquadra contra la joven, de 26 años, de quien varios testigos aseguran que mostró una gran agresividad, con amenazas e insultos, y causando daños en el local.
En el interior de la consulta, según las fuentes, la joven increpó al médico estudiante y amenazó a la doctora, le arrojó una silla y se abalanzó contra ella, al tiempo que la insultaba voz en grito a poca distancia de la cara, tras sacarse la mascarilla.
Además, también lanzó al suelo varias mamparas anticovid que había dispuesto el centro médico para garantizar una separación entre trabajadores y pacientes en plena pandemia del coronavirus.
Según un comunicado este viernes, el Síndic de Greuges ha tenido conocimiento a través de las redes sociales y de los medios de comunicación de la actuación policial del pasado miércoles, y se ha dirigido a la Dirección General de la Policía para pedir información sobre las circunstancias que motivaron el desplazamiento de los agentes hasta el lugar de los hechos.
El Síndic de Greuges ha preguntado por los motivos por los que se inmovilizó a la joven y se usó el dispositivo eléctrico, el número de veces que se disparó, si se valoró utilizar vías alternativas para reconducir la situación, si se pidieron refuerzos a otras unidades, si se ha abierto una investigación interna para evaluar la actuación policial realizada y las conclusiones que se desprenden.
Desde el Síndic también han pedido conocer "si se hizo uso del protocolo de utilización de los dispositivos electrónicos de control de que disponen los Mossos d'Esquadra".
Ha recordado que el año 2016 "recomendaron la suspensión del uso de las pistolas eléctricas hasta que el Parlament hubiera debatido el modelo de seguridad de Catalunya y el uso de estas".
El director de los Mossos d'Esquadra, Pere Ferrer, ha defendido que los agentes de la policía catalana se han ajustado a los protocolos policiales al utilizar la pistola eléctrica para reducir ayer una joven que estaba alterada a las puertas de un centro sanitario en Sabadell (Barcelona).
El centro para la defensa de los derechos humanos Iridia ha denunciado un uso "desproporcionado" de la pistola eléctrica ayer por parte de los Mossos para reducir a la joven, que acabó detenida por atentado a la autoridad y daños.
En declaraciones, Ferrer ha reconocido que las imágenes del uso de la fuerza por parte de la policía siempre son "duras", pero ha defendido, tras analizarlo con los responsables operativos, que en este caso se han seguido los protocolos y que la actuación de los agentes fue proporcional.
Ferrer ha destacado que la joven, como fijan los protocolos, fue trasladada a un centro sanitario tras recibir la descarga de la pistola eléctrica, que certificó que se encontraba bien de salud, lo que no sabe si se podría haber garantizado en caso de optar por una contención física.