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Un informe del Ministerio de Sanidad asegura que la vacuna de Janssen es la menos eficaz frente a la infección sintomática de la covid-19 de las administrada en España con un 56 %. Le siguen AstraZeneca con un 68 % y Pfizer con un 78 %. La más eficaz de todas es la de Moderna.
El estudio, publicado bajo el título de 'Análisis de la efectividad de la vacunación
frente a COVID-19 en España' ha sido elaborado por el Grupo de Trabajo de Efectividad Vacunación COVID-19 y sus resultados fueron publicados el pasado 13 de octubre.
Según los datos de ese panel, la eficacia de las vacunas frente a las hospitalizaciones se sitúa para todas ellas entre el 97 y 98 % y en el caso de fallecimientos baja ligeramente entre el 94 y 97 %.
Los expertos de Sanidad aclaran que, aunque la protección de la vacuna de Janssen es menor, las cifras de efectividad continúan siendo elevadas. Estos resultados corresponden a infecciones ocurridas durante el mes de agosto, cuando había una circulación mayoritaria de variante delta.
En la presentación de los resultados, el informe asegura que en términos generales, se ha alcanzado una alta efectividad de las vacunas en todos los grupos de edad y sexo desde el inicio del programa de vacunación, lo cual ha resultado en un importante impacto en cuanto a disminución de la incidencia de infección, hospitalización y
letalidad en los grupos vacunados.
También señala que en el colectivo de personas residentes en centros de mayores, la efectividad se mantiene en valores superiores al 96 % frente a infección, infección sintomática, hospitalización y defunción, en los vacunados de mayo en adelante.
En los vacunados en marzo la efectividad disminuye a 58 %, 64 %, 65 % y 77 %, para infección, infección sintomática, hospitalización y defunción, respectivamente, lo cual podría indicar una pérdida de inmunidad con el tiempo desde la vacunación.
En población general, continúa el informe de Sanidad, los resultados muestran una alta efectividad de las vacunas en los diferentes grupos de edad, que se mantiene en el tiempo incluso transcurridos varios meses de la vacunación y tras la llegada y expansión de la variante delta a finales de junio.
La protección es mayor frente a eventos graves, como hospitalización y fallecimiento (donde la reducción del riesgo supera el 90 % en la mayoría de los grupos), que frente a infección, que oscila entre el 70 y el 90 % en las personas vacunadas mayores de 12 años.
La efectividad promedio es ligeramente inferior en mujeres que en hombres frente a infección (76 % y 80 %, respectivamente) e infección sintomática (77 % y 81 %, respectivamente), pero se mantiene frente a hospitalización (93 % en ambos sexos) y fallecimiento (92 % y 91 %,respectivamente).
Las personas mayores de 80 años muestran una efectividad ligeramente inferior a otros grupos cuando se analizan los casos del mes de agosto: del 84 % frente a infección sintomática, del 88 % frente a hospitalización, y del 91 % frente a fallecimiento.
Las cifras respectivas para el grupo de 70-79 años fueron del 90 %, 95 % y 96 %. Aunque se observa una menor protección en los primeros vacunados (marzo para los mayores de 80 y abril para los de 70-79 años), esto es posiblemente debido a las características de las primeras personas que accedieron a la vacunación en cada grupo aunque no puede descartarse una cierta pérdida de inmunidad con el tiempo.
En los grupos de edad más jóvenes la efectividad frente a infección es menor que en los mayores, sobre todo en los meses de julio y agosto. De forma importante estas diferencias no se observan en la efectividad frente a hospitalización ni fallecimiento.