En plena campaña de vacunación masiva contra el coronavirus en gran parte del mundo, surgen dudas acerca de cuáles son las vacunas y, en definitiva, cuál de ellas es mejor en cada caso. Lo cierto es que no hay una respuesta única, ya que los estudios realizados para medir su eficacia no son comparables entre sí. Del mismo modo, parámetros como el porcentaje de eficacia no son los únicos relevantes a la hora de decidir. Sin embargo, si atendemos a los estudios sobre efectividad relacionados con las distintas vacunas contra el coronavirus desarrolladas en los últimos meses podremos hacernos una idea aproximada de qué vacuna es, en principio, más eficaz contra el Covid.
Hay determinados factores que tener en cuenta a la hora de valorar la efectividad de cada vacuna: los estudios realizados por las distintas farmacéuticas no son comparables entre sí en cuanto a sus resultados, y en ellos no se refleja el posible riesgo de sufrir alguna complicación tras la administración de la vacuna. En general, el mensaje de las instituciones sanitarias es unánime: todas las vacunas que se administran son seguras. Pero muchos se preguntan si realmente la elección de una referencia u otra puede marcar la diferencia.
Lo primero que hay que saber es que no necesariamente una vacuna que presente un 90 por ciento de eficacia tiene que ser mejor que una que presente un 60 por ciento. En principio, y atendiendo a esta cifra, la vacuna de Janssen sería la “menos eficaz”, con un 67 por ciento, frente al 76 por ciento de AstraZeneca y el 95 por ciento de Pfizer y Moderna.
Sin embargo, dado que los estudios sobre eficacia de las vacunas no son comparables entre sí, estas cifras tampoco pueden compararse como si pertenecieran a la misma categoría, aunque nominalmente sea así. La única manera de poder comparar todas las vacunas de forma realista sería llevar a cabo un experimento con todas ellas, aplicando a cada grupo una vacuna y comprobando luego el porcentaje de infectados en cada uno de ellos.
Además, hay que tener en cuenta factores sociales incontrolables, como las distintas variantes del virus que puedan afectar, el factor geográfico y poblacional... Por ejemplo, cabe recordar que la vacuna de Janssen se probó cuando las variantes británica y sudafricana ya se habían extendido, por lo que esta circunstancia podría explicar su relativamente bajo porcentaje de eficacia.
En cualquier caso, los expertos coinciden en que cualquier vacuna que supere un 60 por ciento de eficacia puede generar la llamada “inmunidad de rebaño”: si un porcentaje elevado de la población ha sido vacunado con una vacuna de alta efectividad, el virus lo tendrá mucho más difícil para propagarse. Por tanto, cualquiera de las vacunas que se utilizan en Europa a día de hoy entraría en esta categoría.
Estas so las cifras que muestran las vacunas más eficaces contra el Covid-19: