En el país de la salchicha se plantean subir los impuestos a la carne. Alemania quiere reducir la contaminación que origina la industria cárnica. Iniciativas que también suenan en España pero que plantean problemas.
"Las personas que tienen menos poder adquisitivo van a poder consumir menos carne y las que tienen mayor poder adquisitivo van a seguir consumiendo lo mismo", comenta Julio Barea, de Greenpeace España. Los ecologistas piden una reconversión industrial a través de impuestos verdes.
"Queremos una fiscalidad verde, que lo que se saca de actividades perjudiciales, en este caso para el medio ambiente y para la salud, pues se pague y vaya justamente a cambiar el modelo a otro más sostenible y saludable", explica Barea.
La subida de impuestos se utilizaría para crear granjas ecológicas y así poder bajar los precios de la carne. Pero el problema estaría lejos de resolverse. "No podemos sustituir todo el consumo de carne por carne ecológica porque España es el segundo país que más carne consume", señala el miembro de Greenpeace España.
La solución pasa por cambiar nuestros hábitos alimenticios. "Deberíamos rebajar de aqui al 2050 un 80% el consumo de carne que hacemos", concluye Barea. Reduciríamos la contaminación pero solo comeríamos trescientos gramos de carne a la semana.