La investigación sigue abierta y no se descarta ninguna hipótesis al respecto de las circunstancias que provocaron el fallecimiento de un padre de 52 años y sus dos hijos, de 9 y 16, en una piscina en Mijas, Málaga. Ya hay una primera autopsia, la cual ha revelado que “la causa de la muerte es ahogamiento”. Sin embargo, los trabajos se centran ahora en determinar si hubo algo más; algo que lo provocase.
En su declaración en un cuartel de la Guardia Civil, la hermana de la niña fallecida ha contado que ambas jugaban en la parte que no cubre de la piscina cuando la pequeña fue a una zona en que no hacía pie. Como no podía salir, la hermana pidió ayuda, y primero su hermano, de 16 años, y después su padre, de 52, se lanzaron al rescate. Pero todo acabó en tragedia. Ninguno de ellos sabía nadar. Así lo ha confesado la hermana de los menores, en unas declaraciones que, aunque encarrilan un poco más la investigación, no son suficientes para que los investigadores cierren la puerta a un fallo de la depuradora que hiciera que ellos no pudieran salir de la piscina. La tragedia es sumamente anómala: tres personas sanas, de diferentes edades, murieron ahogadas casi al mismo tiempo en el mismo lugar.
Los agentes realizaron una primera inspección de la piscina tras el hallazgo de los cuerpos: “Haciendo prueba con objetos no se notó ninguna anomalía”, ha explicado Francisco González, portavoz del Sindicato Guardia Civil UGC. Nada entonces, ni exámenes posteriores, han detectado fallos en el sistema de depuración, y de hecho, por esta razón, tras el pertinente análisis, la piscina ha sido reabierta.
El informe preliminar de la autopsia tampoco aprecia intoxicación o indicios de agresión externa en los cuerpos de las víctimas.
Un empleado de la piscina acudió cuando los cuerpos ya estaban en el fondo, y le costó salir del agua, “por la impresión de que el agua estaba gélida y muy helada, y se quedó un poco agarrotado”, ha explicado González.
Ahora, varios familiares han llegado desde Inglaterra para acompañar a la viuda y a su hija. El padre, un hombre fornido de 1,90 de estatura, oficiaba como pastor evangélico en el sur de Londres.