Río de Janeiro inauguró este sábado 9 de mayo un hospital de campaña construido en el mítico estadio Maracaná para tratar a pacientes de COVID-19. En Brasil la enfermedad se ha cobrado 10.627 vidas y ha infectado a más de 155.000 personas. La instalación de esta infraestructura provisional, que está situada en un área externa del estadio, duró 38 días.
Actualmente cuenta con 170 camas de las 400 planeadas. 50 de ellas son para cuidados intensivos y 120 de enfermería, reporta 'O Globo'. Según la Gobernación del estado de Río, las 230 camas restantes deberán ser entregadas hasta el próximo viernes 15 de mayo. Las instalaciones son "de alta complejidad" y contará con dos equipamientos de tomografía y diversos aparatos de ecografía, rayo X portátil y de hemodiálisis. "Comparado con lo que se hizo en China, en 30 días, tiene una complejidad aún mayor", señaló el gobernador Wilson Witzel.
Asimismo, el hospital dispondrá de ordenadores para que los pacientes internados puedan conversar con sus parientes y amigos vía teleconferencia. “Esa novedad será muy importante para humanizar la atención a los pacientes del coronavirus en esta unidad”, expresó el secretario de Salud del estado, Edmar Santos. Este lunes también serán inaugurados otros dos hospitales de campaña en Río de Janeiro, el segundo estado más golpeado por el coronavirus y que contabiliza hasta el momento 1.503 muertos y 15.741 infectados, lo que llevó a la Gobernación a prorrogar la cuarentena en toda la región hasta el 31 de mayo.
Con capacidad para unas 78.000 personas, el Maracaná es un símbolo en la historia del fútbol, fue sede de la final del Mundial de 2014 y el escenario de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de 2016. Fue también la sede de la Copa Mundo de 1950, testigo ese año del célebre ‘Maracanazo’ y en 1969 del milésimo gol de Pelé. Además de albergar los Juegos Panamericanos de 2007, el estadio carioca también ha acogido conciertos de conocidos artistas como Frank Sinatra, Madonna, Paul McCartney y The Rolling Stones.
Otros estadios de Brasil, como el Pacaembú de Sao Paulo, ya han abierto sus puertas para recibir los pacientes infectados con el coronavirus en Brasil, que deberá sobrepasar este sábado los 10.000 muertos, mientras que varios clubes de fútbol, como el Corinthians o el Santos, igualmente han ofrecido sus instalaciones durante la pandemia, en caso de que sea necesario.