Barajas vivió ayer un día negro aunque finalmente todas las incidencias quedaron en susto y demostraron la fiabilidad de los protocolos. Primero fue un dron el que provocó la alarma y el cierre del espacio aéreo durante más de una hora. Porque las multas a la hora de usar aeronaves como los drones son elevadas, no hablamos de un juguete inofensivo.
A finales de 2018, un Boeing 737 de la aerolínea Aeroméxico chocó contra un dron en la maniobra de aproximación, antes del aterrizaje. Los destrozos fueron evidentes.
Un informe elaborado por el Instituto de Investigación de la Universidad de Dayton intentaba demostrar los efectos de una colisión en el aire de un avión no tripulado y un avión de transporte comercial a 383 kilómetros por hora. De hecho, lanzaron un dron DJI Phantom 2 en el ala de un avió. El avión no tripulado no se hizo añicos al impactar, pero rasgó de forma significativa su ala.
A medida que aumenta drásticamente el número de aviones no tripulados en el aire, también aumenta el riesgo de un evento catastrófico destacaron los expertos que alertan de que tras analizar los impactos de las aves durante 40 años pueden señalar que el de los drones será mayor , más aún cuando se usen de forma mayoritaria para el transporte porque eso obligará a los drones a ser más pesado y grandes.