Agentes de la Policía Local de Vigo han detenido a un hombre de 40 años de edad, T.C.M., natural de Bolivia, como presunto autor de un delito de violencia de género, tras agredir a su mujer, en presencia de sus hijos de 1, 3, 11 y 17 años de edad.
Según han informado fuentes policiales, los hechos ocurrieron en la noche del pasado sábado, cuando una niña de 11 años llamó al 092 para alertar de que su padre estaba agrediendo a su madre en la cocina de la vivienda.
Una dotación se desplazó al lugar y se entrevistó con la niña, que explicó que sus padres habían tenido una discusión y que el progenitor había comenzado a golpear a la madre. La víctima corroboró la versión de la menor.
Según explicó a los agentes, la agresión se produjo en medio de una riña, y sus hijos fueron testigos de la misma. En un momento determinado, el niño de 3 años se interpuso entre sus padres y, aunque la madre trató de abandonar la cocina, el padre la sujetó y se lo impidió, por lo que pidió otra hija, de 11 años, que llamara a la Policía.
La mujer relató a los policías que no era la primera vez que su marido la agredía, pero que "no lo soportaba más" y tenía intención de denunciarlo. Por estos hechos fue detenido el marido, T.C.M., de 40 años de edad, como presunto autor de un delito de violencia de género.
Un 77,1% de los menores que han estado expuestos a la violencia de género hacia sus madres confiesan haber sufrido también maltrato directo, según mostraba hace pocas fechas un estudio sobre menores y violencia de género realizado por la Unidad de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense de Madrid, con la dirección de María José Díaz-Aguado, y en el que también ha participado el Ministerio de Educación y 16 autonomías, así como Ceuta y Melilla..
En cuanto a las situación, la más habitual (un 14,3%) presenciada por los menores son las de violencia psicológica, es decir, "insultar o ridiculizar" y "hacer sentir miedo"; mientras que en un segundo nivel se sitúa la prevalencia de situaciones que deterioran de una forma especial la autoestima, como "decirle que no vale nada" (un 8,7%) o realizar un control abusivo de su comportamiento (8,5%).
Le siguen el aislamiento (7,7%), la agresión física (7,1%), las "presiones para actividades de carácter sexual en las que ella no quería participar" (2,5%) y el control a través de Internet y las redes (1,5%).