El pueblo entero de Lebrija, en Sevilla, se congregó para recibir al que es el segundo paciente con coronavirus que más tiempo ha pasado en una UCI en España. Nada menos que 58 días. Se trata de Juan José Peña, hijo del célebre cantaor El Lebrijano, ex jugador profesional de balonmano y abogado en la localidad. Decenas de personas esperaban su llegada en ambulancia desde el Hospital de Valme, donde ha permanecido ingresado desde el pasado 20 de marzo.
Y este miércoles, en la Plaza de España de Lebrija no cambia ni un alma. Un centenar de familiares y amigos que aplaudían y lanzaban mensajes de animo cuando Juan era sacado en camilla de la ambulancia. Él, tras una mascarilla y visiblemente emocionado, no podía contener las lágrimas y lanzaba besos al aire. “Ha sido muy emotivo reencontrase con todo el pueblo, después de lo que ha pasado”, explica a NIUS su esposa, Chiqui Macías, quien reconoce que ha temido por su vida. “Juanito se nos podía haber ido”, cuenta.
'Valiente', 'Grande', 'Campeón'. Han sido algunas de las palabras de ánimo que se han oído durante el reencuentro. De fondo, la canción 'Dame la libertad' de su padre, El Lebrijano, fallecido en 2016. Precisamente eso, libertad, es lo que ha recuperado Juan, tras 68 días ingresado por un Covid “muy complicado y lento”, según sus médicos. La convalecencia media está en torno a un mes. “Cada paso hacia adelante, era otro hacia atrás”, recuerda Chiqui, quien tuvo que pasar los primeros 28 días del ingreso de su marido aislada en casa junto a su hijo.
Juan ha tenido que plantar car a un sinfín de complicaciones derivadas del virus: neumococo, cándida, neumotórax... “Realmente, él no ha sido consciente de la gravedad hasta que ha pasado a planta y se lo hemos contado. Ahí, es cuando le ha dado el bajón”, relata Chiqui, que reconoce que han pasado momentos “muy malos”. Su salida de la UCI también fue celebrada con aplausos y alegría en las dependencias del hospital por los profesionales sanitarios.
Ahora, ya en casa, toca seguir con la recuperación. “Aún necesita oxígeno y un andador para moverse, pero está animado”. Sabe que, en el fondo, es un privilegiado por haber superado una enfermedad que se ha llevado a muchos otros en el camino. Y todo, después de una larga lucha en la UCI. 58 días. Una de las más largas de España.