La ciudad de Pompeya, situada a 23 kilómetros al sureste de Nápoles, en el sur de Italia, continúa dejándonos increíbles descubrimientos. En una de las excavaciones que se estaba llevando a cabo se ha encontrado los cuerpos de dos hombres, un noble de entre 30 y 40 años y su joven esclavo, y los han reconstruido con tanto detalle que se puede distinguir incluso, que el primero llevaba una capa de lana y el segundo una túnica corta.
Los dos cuerpos, sorprendidos por la erupción del Vesubio en el año 79 después de Cristo, han sido encontrados en un espacio lateral del criptopórtico, en la parte noble de la villa suburbana de Civita Giuliana, una majestuosa finca de la época del emperador Augusto.
El terreno se ubica fuera de las murallas de Pompeya, a unos setecientos metros al noroeste. Se trata de un área en el que ya se encontraron en 2017 los restos de tres caballos en los establos, con sus sillas de montar y los arneses.
Los expertos han reconstruido los cuerpos de las víctimas con la antigua técnica de hacer moldes con yeso, concebida en el siglo XIX por Giuseppe Fiorelli, consistente en introducir yeso líquido en las cavidades de los restos óseos de los habitantes de la antigua ciudad romana.
Ambos encontraban en posición supina, con las manos en sus pechos, y con unas ropas de las que se distinguen hasta los pliegues, algo "asombroso" tal y como lo ha descrito el ministro italiano de Cultura, Dario Franceschini.