Conoce algunos de los récords Guinness más sorprendentes de la historia en su día mundial
Desde 2005 se celebra hoy el Día Mundial de los Récords Guinness
Sir Hugh Beaver quiso recopilar los registros más asombrosos
Es uno de los libros más famosos y vendidos en el mundo
Desde el año 2005 el 18 de noviembre se celebra el Día Mundial de los Récords Guinness, un día para reconocer gran cantidad de logros que se registran por todo el mundo y son validados por la marca Guinness. El objetivo de esta fecha es seguir incentivando y descubriendo nuevos records mundiales, para que este famosísimo libro, siga siendo el más vendido.
La idea de un libro de récords surgió en la década de 1950 cuando Sir Hugh Beaver, directivo de la célebre marca de cerveza dublinesa, debatiera en un día de caza con sus amigos sobrecuál sería el ave más rápida. De tan trivial discusión nació la idea de recopilar en un libro los registros más asombrosos capaces de ser llevados a cabo por seres humanos.
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Guinness Superlatives fue fundada el 30 de noviembre y la oficina abrió en dos salas de un gimnasio reconvertido en oficinas, de Londres. Para crear este material llamó a los gemelos Norris y a Ross McWhirter, con el objetivo de que le ayudarán a recopilar datos. Poco a poco iban a saber que estarían creando uno de los libros más famosos y vendidos en el mundo.
Curiosidades sobre el libro Guinness
- El libro Guinness cuenta con su propio record, ya que es el libro más vendido con derecho de autor de todos los tiempos.
- También es considerado el libro más robado de las bibliotecas públicas de los Estados Unidos.
- La franquicia Guinness se ha expandido más allá de las imprentas y hoy en día cuenta con su propia serie de televisión y hasta un museo.
- En el año 2003 el libro Guinness consiguió vender su copia número 100 millones desde su fundación.
Algunos de los récords más extraños y extravagantes de la historia
- La mayor reunión de Pitufos: Naturalmente no se refiere a Pitufos de verdad -dado que son imperceptibles al ojo humano- sino a gente disfrazada de esos personajes de Peyo ideados en los sesenta. En julio de 2008, en Klasbleyni (Irlanda) se juntaron 1.253 personas pintados de azul y totalmente pitufados.
- Más jarras de cerveza portadas al mismo tiempo: Una alemana llamada Anita Schwarz logró llevar 19 jarras de cerveza al mismo tiempo durante 40 metros y, ojo, sin que se le derramara ni una sola gota del sabroso líquido. Fue en noviembre de 2008.
- Más manzanas cortadas con una sierra mecánica mientras eran sostenidas con la boca: El luxemburgués George Christen tardó un minuto en cortar con una motosierra doce manzanas que tenía otra -aterrorizada- persona agarradas con la boca.
- Mayor ingesta de hamburguesas Big Mac: Donald Gorske, de Wisconsin, se come una Big Mac a diario desde hace más de 40 años. Hace ocho llevaba zampadas ya 23.000 hamburguesas. Hagan cálculo de las que llevará en estos momentos. Y de su cifra de triglicéridos.
- Más latas de bebida abiertas por un loro en un minuto: Uno de los más bonitos (y absurdos). Zac, un loro de San José (Estados Unidos), logró destapar 35 bebidas en un minuto en 2012. Con su pico, claro.
- Mayor cantidad de camisetas puestas a la vez: Jeff Van Dick, belga, logró en 2008 enfundarse 227 camisetas a la vez. El hombre-cebolla, un especímen ideal para el entretiempo.
- El eructo más ruidoso de la historia: Dura profesión la de los certificadores de Guinnes. Paul Hunn,consiguió tal gesta en agosto de 2009 con un sonido hipohuracanado que haría llorar al mismísimo Homer Simpson. Hunn lo había intentado ya en 2002 sin éxito. Una historia de superación.
- La lengua más larga: A Nick Stoeberl, un joven norteamericano, el Guinness World Records le midió su lengua a principios de 2004 para certificar sus 10 centímetros de longitud, superando así el récord anterior de Stephen Taylor, un hombre británico de 52 años de edad, cuya lengua mide 9,8 cm.
- La navaja más grande: Una navaja es, según la Academia un “cuchillo cuya hoja puede doblarse sobre el mango para que el filo quede guardado entre las dos cachas o en una hendidura a propósito”. La principal finalidad de una navaja es, se entiende, que sirva para ser guardada en un bolsillo. Pues en 2003 se fabricó una que al desplegarse mide 3,9 metros y pesa 122 kilos. Ya me dirán para qué sirve.
- Más retretes rotos con la cabeza: Una escena muy Trainspotting. Kevin Shelley, norteamericano, logró romper 46 inodoros en un minuto en Indianápolis en 2007. Nadie contó los analgésicos que ingirió después.