Sobre el crimen machista de Tudela y la detención del único sospechoso en Francia, hoy sabemos cómo la policía logró localizarlo a seis horas de la localidad navarra. Se dejó el móvil en casa para complicarle las cosas a los agentes pero le delató el gps de la furgoneta. Ese sistema de geoposicionamiento para localizar el vehículo en caso de emergencia ayudó a la policía. Con esos datos y la matrícula de vehículo la gendarmería francesa pudo detenerlo. Tras cometer supuestamente el crimen de su mujer, José María se tomó su tiempo para meditar qué hacer. Su decisión, acorde con su perfil de cobarde: huir.
El presunto asesino dejó su teléfono móvil en casa evitaría así que lo localizaran y a continuación cogió su vehículo y puso rumbo a la localidad francesa de Boisseredon a seis horas de Tudela. Su plan parecía funcionarle, pero no contaba con que su coche último modelo se iba a convertir en su delator.
Así la policía foral tuvo conocimiento de posición exacta y los gendarmes franceses fueron los que lo detuvieron en un área de servicio sin oponer resistencia. Sara nunca lo había denunciado por malos tratos. Nadie esperaba este desenlace.
Los investigadores han recogido en la vivienda todas las pruebas que lo incriminan mientras esperan que las autoridades francesas ordenen su extradición.
José María Uruñuela siempre fue el principal y único sospechoso. El lunes no acudió a trabajar a la granja familiar de Tauste (Zaragoza) y permanecía en paradero desconocido. La descripción de su vehículo, una monovolumen Peugeot Rifter, fue difundida a todas las policías desde el lunes.
Sara Pina, de 38 años, profesora vocacional, aficionada al teatro y con una "vida llena de proyectos", es la primera mujer muerta a manos de su pareja o expareja en este 2022. Desde que este lunes se encontrara su cuerpo sin vida en la vivienda que compartía en Tudela con su marido, J. M. U. A., de 41 años, quien ha sido detenido en Francia a donde había huido, se han sucedido las palabras de elogio y cariño hacia esta mujer natural de la próxima localidad de Cortes, donde "era muy querida".
Así la recuerda el alcalde de esta localidad, Fernando Sierra, quien asegura que aunque no vivía allí "estaba en el grupo de teatro y era muy amante del pueblo", en el que residen sus padres y hermano.
Como hija, como hermana, como nieta, como prima y como amiga fue recordada en una concentración de condena por el crimen celebrada en esa localidad en la que una de sus amigas mostraba su rabia y dolor por lo sucedido recordando que Sara tenía "toda una vida por delante, llena de proyectos, una vida feliz".
Su labor como profesora del colegio público Dos de Mayo de Castejón también ha sido destacada en las últimas horas, en las que se han referido a ella como "una persona vocacional, una servidora pública".
La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género ha confirmado este miércoles su muerte como asesinato machista. Con ella son 1.126 las mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas desde que en 2003 se empezaran a contabilizar los casos