El fuego sume a Tarragona en una avalancha de humo y llamas sin control

  • Más de 50 vecinos han sido desalojados

  • El virulento incendio se desató en la Ribera del Ebro el pasado miércoles

  • Las temperaturas extremas dificultan las tareas de los bomberos

Una avalancha de humo capaz de engullir el horizonte. Esa es la imagen hoy en la Ribera del Ebro, en Tarragona, tras el terrible incendio desatado el miércoles, “el peor de los últimos 20 años” en la zona, tal como han expresado los efectivos que desde ese día luchan en medio de las llamas contra unas condiciones extremadamente adversas. La ola de calor que asola a España no da tregua.

Los vecinos, atemorizados por la voracidad del fuego

“Estamos trabajando intensamente para conseguir estabilizarlo”, ha manifestado David Borrell, jefe de bomberos, y han logrado atacar la cabecera del flanco derecho, pero las llamas siguen descontroladas, amenazando pueblos como Bobera, donde los vecinos permanecen aterrados con la posibilidad de que el fuego llegue hasta sus casas.

Como este municipio, hay otros ocho afectados. Han quedado desiertos. Sus vecinos están confinados tras ventanas bajadas y puertas cerradas. “Estamos preocupados”, dicen, rezando porque el fuego sea extinguido pronto.

A solo 3 kilómetros de la central nuclear de Ascó

Casi 500 bomberos y 15 medios aéreos le plantan cara a un incendio que llegó a estar a solo 3 kilómetros de la central nuclear de Ascó.

“Es compleja la situación, y por tanto no podemos estar tranquilos”, ha expresado Miquel Buch, consejero de Interior de la Generalitat.

El fuego podría llegar a arrasar 20.000 hectáreas

En las próximas horas el riesgo aumenta. Como ha dicho ante los medios el presidente de la Generalitat, Quim Torra, este viernes será “el pico de calor; el día que se prevé de más extremo calor”. Temperaturas extremas en un terreno escarpado por el que es muy difícil adentrarse.

El fuego continúa muy despierto, tiene “mucha potencialidad” y podría llegar a arrasar 20.000 hectáreas. Al caer la noche de este jueves, las llamas habían arrasado ya más de 6.500, --afectando los municipios de la Torre de l’Espanyol, Vinebre, la Palma d’Ebre, Flix y Maia--, y el avance de las llamas continúa.

Los desalojados se unen para ayudar

Los vecinos de las zonas afectadas se han movilizado y organizado para cortar el fuego. Ayudan remojando la zona con cubos de agua y mangueras, y para evitar que las llamas escampen, los agricultores labran. Todos a una para ayudar a los bomberos con las labores de extinción. Sin tiempo, porque las llamas siguen acortando distancia.

51 vecinos han tenido que ser acogidos para pasar en un colegio de Flix la segunda noche fuera de sus casas. Su inquietud es saber si, por fin, este viernes, el fuego les dejará regresar.