Más de medio centenar de personas han tenido que ser desalojadas por culpa del incendio que se ha desatado en la Ribera del Ebro este miércoles. Los vecinos han pasado la noche en vilo en un albergue de la localidad de Flix, donde la preocupación por el avance de las llamas es máxima.
El humo les avisó de la llegada del fuego y en La Palma de Ebro los vecinos actuaron para intentar ahuyentarlo, remojando el terreno para que no atraviese el fuego porque ya estaba detrás de ellos. Pero ante la magnitud de la amenaza solo pudieron huir dejando todo atrás, incluidos los animales que quedaron atrapados en el incendio. "Ves que no puedes hacer nada, y marchas pase lo que pase", decía un vecino.
El fuego continuaba su avance de forma descontrolada y veloz y los vecinos tuvieron que salir de sus casas con lo puesto, “no hemos tenido tiempo de recoger nada”. Se ha habilitado un albergue provisional para que puedan descansar, con todo lo necesario para pasar esta dura noche en la que no saben si lo han perdido todo. También disponen de un equipo de psicólogos para atenderlos, “cuando tienes que abandonar tu casa o se quema tu casa no deja de ser un duelo y ese duelo se tiene que gestionar”.
Momentos de tensión, de incertidumbre, de miedo y de mucha preocupación por lo que pueda suceder, las llamas devoran toda la zona y con ellas las esperanzas de sus vecinos por volver a casa.
Cientos de animales han sido calcinados, casas reducidas a cenizas y grandes pérdidas materiales, un durísimo golpe que ha azotado a la región catalana.