La polémica dimisión del obispo de la diócesis de Solsona, Xavier Novell ha sorprendido a esta localidad catalana que celebra estos días sus fiestas patronales. La decisión del religioso estaría relacionada con una relación de pareja con una joven escritora especializada en novela erótica con cierta derivada satánica.
Pero en el pueblo de Vendrell, otros atribuyen su extraña decisión a su pasado como exorcista. Básicamente se trata de una forma específica de oración que la Iglesia Católica utiliza contra el supuesto poder del demonio.
La Iglesia practica dos tipos de rituales exorcista las denominadas formas sencillas y el exorcismo solemne o mayor.
Nuestro conocimientos de esta práctica está marcado sobre todo por el cine y la literatura que le han dotado de un contexto desnaturalizo porque básicamente se trata de un sacramento que la Iglesia tiene regulado y que estipula las formas en las que un sacerdote puede practicarlo y que requiere su nombramiento por parte del obispo y un trabajo estrechamente relacionado con él.
Como estipula el Código de Derecho Canónico, el sacerdote que ha sido designado para el ministerio de exorcista debe ser piadoso, conocedor y prudente, y llevar una vida íntegra.