Empleos interrumpidos y también el curso universitario. Las universidades públicas comienzan a realizar los exámenes de fin de curso la semana que viene. Y lo harán telemáticamente, algo que no convence a una buena parte del alumnado, a pesar de que hay quien piense que es fácil copiar.
Universidades y aulas cerradas. Profesores y alumnos que se comunican por un ordenador. Algo precipitado y nuevo para muchos. Rarezas que según algunos alumnos consideran obstáculos para estudiar. Y a la vuelta de la esquina los exámenes finales traen de cabeza a todos.
Descartados por ahora los exámenes presenciales, los telemáticos son ahora la norma. Unas pruebas, en su mayoría, con cámaras y micrófonos, que han enfrentado a alumnos, profesores y rectorados.
Dicen muchos estudiantes que vulneran su derecho a la intimidad y que tampoco aseguran una nota justa.
Piden aprobados generales no computables a una semana de que empiecen estos exámenes.
Todavía hay dudas para no ser un licenciado del COVID-19. Lo que antes era un apoyo a los exámenes presenciales ahora es la norma. Examinarse a través del ordenador no es garantía, aseguran, de una buena evaluación.